Llevo más de cuarenta años compartiendo Ejercicios Espirituales (EE) a muchos ejercitantes, Pero, sobre todo, he tratado de experimentarlos. Nadie puede hablar del Señor Jesús sin haber sido tocado por la Palabra.
Un estudiante en un curso me preguntó: «Porque necesitamos ecoteología, si el seguimiento a Jesús debería llevar automáticamente a un estilo de vida armoniosa con el planeta». Yo estaría de acuerdo con él, si no fuera por el hecho de que otros estudiantes me cuestionan frecuentemente: «¿ecología y teología… cómo establecer un vínculo?
El tiempo actual nos plantea una vez más diversos desafíos. Sin embargo, es posible pensar que en esta ocasión los problemas y las urgencias son distintas. Dicen que cada época posee sus propias batallas.
El ser humano, desde que ha habitado en este mundo, se ha maravillado de él y se ha preguntado sobre su origen, sobre cómo funciona y cuál es el lugar que en él debe ocupar. Muchos pueblos antiguos
México es una nación multicultural, como lo reconoce la Constitución en el artículo segundo. Una parte mayoritaria de sus habitantes se ha educado en el seno de la cultura llamada moderna, hegemonizada por el pensamiento científico y técnico.
No hay un solo antropocentrismo, sino diferentes formas y algunas consecuencias importantes teóricas y prácticas que de ahí derivan.
Se requiere de adecuada comprensión del mensaje bíblico, en especial del de Jesús mismo, lejos de justificar la depredación ecológica economicista, exige una justicia entre los pueblos y también respecto a la naturaleza.