Migración: ¿qué podemos hacer?

Por Karina Arias Muñoz* e Iliana Martínez Hernández Mejía*

Normalmente cada seis años —o cada tres, dependiendo del alcance que se tenga— las organizaciones de sociedad civil y académicos(as) comprometidos con el tema migratorio en México realizan una serie de propuestas colectivas (agendas) para los gobiernos entrantes. En vísperas de comenzar este nuevo periodo electoral, las dos profes que conformamos el Programa de Asuntos Migratorios (PRAMI) del ITESO nos preguntamos: ¿qué haríamos este año con respecto a la incidencia? En tono irónico nos preguntamos: ¿hay que hacer una nueva agenda o tomamos la de hace seis años y le cambiamos la fecha?, ¿qué avances logramos este sexenio en materia migratoria?

Si bien es complicado hacer un balance del impacto que han tenido estos esfuerzos, desde hace varios sexenios hemos participado en este tipo de iniciativas para incidir en las políticas migratorias (y no migratorias, pero vinculadas) tanto a nivel federal como en lo local (Karina desde el sexenio de Fox, Iliana desde el sexenio de Peña Nieto). En diferentes momentos se han logrado algunas cosas, pequeñas y grandes que impactan directamente a las personas en movilidad humana. Como, por ejemplo, la creación de dos Consejos Ciudadanos en temas migratorios; la mejora de las estadísticas y reportes sobre personas migrantes y refugiadas; la instrumentación de algunos proyectos y apoyos para personas retornadas; cambios en la legislación para el acceso a la identidad y educación; la inclusión del tema en el primer Programa Nacional de Derechos Humanos (como un capítulo aparte de grupos en situación de vulnerabilidad), la inclusión en el Programa Nacional de Desarrollo del sexenio de Peña Nieto y la elaboración del Programa Especial de Migración (primero y único que logró incluir la perspectiva de seguridad humana y desarrollo, así como asignar responsabilidades en el acceso a derechos de la población, diferentes a las autoridades migratorias).

No obstante, cada cambio de gobierno o congreso representa un nuevo comienzo. Así lo ha sido y este año no será la excepción; en colectivo se han preparado algunas propuestas de agenda (políticas públicas y cambios legislativos) que se presentarán a las nuevas autoridades federales y locales.  Desde el Consejo Ciudadano del Instituto Nacional de Migración se hizo un proceso de consulta, a la par que varias organizaciones y colectivos desarrollaron la agenda nacional 2024-2030. Desde el Sistema Universitario Jesuita también se realizó un balance que se puede revisar en el artículo titulado: Migraciones en México: Realidades que superan legislaciones y políticas restrictivas.

A modo de resumen, desde nuestra perspectiva, algunos de los principales temas a los que se debería prestar atención en el plano nacional son:

  • Reconocer las múltiples dimensiones migratorias de México, como país de origen, destino, tránsito, retorno, etc. (integralidad de la política).
  • La transversalidad del tema, el cual debe ser atendido desde diversas secretarías e instituciones públicas.
  • La importancia de la coordinación entre los tres niveles de gobierno para el acceso a derechos por parte de las personas migrantes, refugiadas y desplazadas.
  • Promover espacios hospitalarios que desde un enfoque multicultural favorezcan la integración sostenible y la eliminación de la discriminación, el racismo y la xenofobia.
  • Fortalecer el sistema de asilo mexicano, así como el desarrollo de un sistema de medidas alternativas a la detención por motivos migratorios.
  • Fortalecer los sistemas y procuradurías de protección a la infancia, en particular, su trabajo con niñas, niños y adolescentes (nacionales y extranjeros/as) en situación de movilidad humana.
  • Transversalizar la perspectiva de género en la legislación, las políticas públicas y las acciones de atención.
  • Fortalecer las acciones de protección y atención de las personas mexicanas en el exterior y en situación de retorno/deportación.
  • Prestar mayor atención a la migración por cambio climático y otros temas medio ambientales.

También en el ámbito del Área Metropolitana de Guadalajara las organizaciones, instituciones académicas y personas que formamos la Alianza por la Movilidad Humana en Jalisco desarrollamos la Agenda pendiente en Movilidad Humana y desde el ITESO presentamos también algunas propuestas, contenidas en este documento.

A pesar de estos grandes esfuerzos, no han sido suficientes para hacer frente a las políticas migratorias instrumentadas en la región —inicialmente en Estados Unidos, ahora impuestas en México— y en el país. Estas estrategias de gobierno han colocado a muchos grupos de personas en movilidad humana (migrantes, refugiadas, desplazadas) en una situación de precarización, ilegalización y explotación inaceptable e inhumana.

Lamentablemente, las condiciones, lejos de mejorar se han agudizado y por ello los avances se vuelven pequeños; tenemos políticas y leyes fallidas, rebasadas por la realidad y que no responden a las necesidades de las personas migrantes y refugiadas. Es así como el panorama migratorio de la región se ha complejizado, las políticas actuales son más restrictivas, criminalizantes, y han privilegiado la seguridad nacional; los perfiles de las personas en movilidad son más diversos y de procedencias cada vez más lejanas, las poblaciones son obligadas a viajar en contextos de mayor riesgo, en condiciones precarizadas e ilegalizadas. Ante esto, ¿qué podemos hacer? Continuar trabajando, como lo dice la Red Jesuita con Migrantes; trabajar por una migración informada, protegida y acompañada; insistir e incidir en la visión que se tiene de las personas migrantes y refugiadas; acompañando a las organizaciones en su labor humanitaria y, desde nuestro lugar de estudio, trabajo o vida, acompañar con una sonrisa, un like en las redes sociales o una oportunidad de empleo o vivienda.


*Karina Arias Muñoz: maestra en Derecho Internacional y licenciada en Relaciones Internacionales, actualmente funge como profesora adscrita al Programa de Asuntos migratorios (PRAMI) del Centro Universitario de Incidencia Social (COINCIDE) del ITESO, Universidad Jesuita de Guadalajara.

Iliana Martínez Hernández Mejía: actualmente se desempeña como académica del Programa de Asuntos Migratorios (PRAMI) del Centro Universitario de Incidencia Social (COINCIDE) del ITESO. Estudió Relaciones Internacionales en el ITESM Campus Monterrey y es maestra en Migración Internacional del Colegio de la Frontera Norte.

Foto de portada: Depositphotos

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