Hace 12 años, cuando en el norte de México, en la frontera, los migrantes clamaban por su vida, la mirada no estaba puesta en el sur del país, en donde apenas y se reconocía que, en el paso fronterizo con Guatemala, existía un problema de seguridad.
Actualmente, en la mayoría de los países del mundo, hablar de fronteras equivale a hablar de violencia. Ante el resquebrajamiento del sistema de Estados nación, el incremento de los flujos migratorios, el aumento de las “economías criminales” y una férrea política de seguridad nacional como respuesta a dichos fenómenos, la violencia pareciera ser el lenguaje común de las fronteras del mundo, pero más aún en los países que viven una crisis humanitaria compleja como es el caso de Venezuela.
El objetivo de los talleres de hospitalidad, es contribuir a la construcción de una ciudadanía inclusiva, hospitalaria y fraterna hacia las personas migrantes y refugiados, a la ves que nos abrirnos a la diversidad de sus culturas.
José y María fueron una familia migrante, gracias a esta iniciativa nació Jesús en un humilde pesebre. Desde esas coordenadas emergió la esperanza de una noticia buena en el nacimiento del hijo de la luz.
Hace unos días platiqué en El Refugio, casa del migrante en Guadalajara Jalisco, con dos mujeres migrantes cuyos nombres nunca olvidaré, más reservaré por seguridad. Ellas me platicaban a detalle cómo es que vivieron su paso migratorio por la selva del Darién, la frontera entre Panamá y Colombia y su entrada sin documentos a México.
Los mexicanos constituyen una de las poblaciones más grandes de inmigrantes en Estados Unidos y
En un mundo cada vez más desigual y golpeado por la corrupción, la violencia, la individualidad y los intereses propios, y ante naciones cada vez más inestables, existen personas que sueñan con vivir en un mundo mejor; personas que, en busca de lo que sueñan, viven las peores experiencias al viajar en un tren expuestas a fríos o calores extremos y con riesgos de caer y sufrir fracturas de huesos, adquirir enfermedades, pasar hambre y vivir atracos, secuestros y desapariciones por parte de la mafia.
Me pregunto qué llevarán los nicaragüenses en sus bolsillos. Hace unos meses estuve de misión en un albergue en Veracruz y conocí a cientos de personas migrantes: hondureños, salvadoreños, guatemaltecos, haitianos, venezolanos, nicaragüenses
La Plataforma Puebla–Huayacocotla de la Provincia Jesuita de México dio un paso importante en la investigación sobre la experiencia de la gente del pueblo otomí de Texcatepec en los campos agrícolas de producción de fruta en «el otro lado», como comúnmente se le dice a los Estados Unidos de Norteamérica.
En las palabras de Messi, se escucha el suspiro de quienes estamos lejos de casa. «Siempre soñé con este momento, poder festejar con ustedes, venir a mí país y levantar la Copa del Mundo.» Con estas palabras Messi agradeció a 83 mil aficionados argentinos que celebraban en el Estadio Monumental ser campeones del mundo. Sus palabras encarnan la nostalgia del viajero.
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CHRISTUS REVISTA DE TEOLOGÍA, CIENCIAS HUMANAS Y PASTORAL No. 845 Año LXXXI, abril-junio de 2024, es una publicación electrónica trimestral editada por la Provincia Mexicana de la Compañía de Jesús, A.R., Av. Río Churubusco núm. 434, Colonia del Carmen, Coyoacán, Ciudad de México, C.P. 04100, teléfono: 55 5533 5835. Editor responsable: Pedro Antonio Reyes Linares. Reserva de Derechos al Uso Exclusivo 04-2023-011210031400-203, otorgada por el Instituto Nacional del Derecho de Autor. Responsable de la última actualización de este número, Pedro Antonio Reyes Linares, 1 de abril de 2024. Fecha de publicación: 1 de abril de 2024.
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