«La tinaja de harina no se vaciará»
Noviembre
§ En la primera lectura el profeta Elías nos muestra el signo de bondad en el acto de compartir. La viuda de Sarepta nos enseña que es posible brindar lo que se tiene desde la pobreza, y la tinaja de harina no se vaciará. Ella, al ponerse al servicio, vuelve a tener esperanza.
§ El salmo, por su parte, refuerza la imagen de Dios como aquél que se encuentra con los oprimidos y desvalidos, que se conmueve ante la dificultad, la enfermedad y la debilidad en todos los tiempos.
§ El Evangelio subraya la actitud de la generosidad, que está en conjunción con la confianza. Una viuda también es la protagonista de la historia; toma la decisión de dar y, aunque quizá materialmente no tenga mucho, la confianza le sobra para compartir lo poco que tiene.
El relato de estas dos viudas nos enseña a poner la confianza en Dios y a trabajar con esperanza. La primera, tras recibir el mensaje del profeta Elías, cree y espera activamente la verdad que le fue transmitida. La segunda, de acuerdo con el relato de la viuda de Naím, menciona que la tinaja no se vaciará, motivo por el que decide depositar sus dos monedas para la ofrenda.
