Evangelio del domingo 1 de diciembre

«Confiaré y no temeré, porque mi fuerza y mi poder es el Señor».

Diciembre

  • Jer 33, 14–16
  • Sal 24
  • 1 Tes 3, 12–4, 2
  • Lc 21, 25–28. 34–36

§ La primera lectura enmarca un ambiente de aviso, por lo cual es necesario poner atención. El oráculo del Señor, por medio del profeta Jeremías, anuncia la llegada de un heredero al trono por parte del rey David, una de las figuras más emblemáticas del pueblo hebreo.

§ El salmista nos presenta un creyente deseoso de aprender de Dios, que se sabe insuficiente y necesitado. Su himno está lleno de confianza y pone de manifiesto la importancia de guardar la alianza y los mandatos del Señor.

§ San Lucas nos advierte en el Evangelio a no estar distraídos, concentrados en la espera, pues el Hijo del hombre llegará en cualquier momento cubierto de gloria y majestad para liberar a los que han estado atentos a la llamada del Señor.

En este primer domingo de adviento las lecturas dan una señal importante en el inicio de este tiempo litúrgico. Se presentan dos actitudes básicas: una que hay que evitar, el embotamiento del corazón; y otra sobre estar despiertos y pendientes para recibir al Señor que ya viene y está próximo.

Ilustración: ©Tzitzi Santillán

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