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Cine finlandés: Hojas de otoño 

Ella trabaja en un supermercado, en la sección de lácteos; él es soldador en una empresa de construcción. Ambos viven solos, un tanto deprimidos, muy recortados en lo económico, en un país como Finlandia que luce por su seguridad financiera, pero que echa a la calle a cantidad de trabajadores. Aun en medio de su desmotivación, él y ella acceden  a la invitación  de sendas amistades para ir a un karaoke, y al verse surge en ambos algo así como un flechazo, o quizás una relación. Los encuentros: un karaoke, luego un café y una ida al cine; pero ni siquiera saben sus nombres ni sus teléfonos. Así que la pareja de amor platónico —no unos jóvenes, sino cuarentones— tendrá que sortear varias pruebas para volverse a encontrar. Pero la vida también es superar pruebas y hallar lo mejor. 

Aki Kaurismäki, el director finlandés, no se desprende de sus protagonistas preferidos, los trabajadores pobres y los marginados de uno de los países más ricos del orbe, como lo hace patente en su rica filmografía (que hemos tenido en la Cineteca Nacional): Sombras en el paraíso (1986), Ariel (1988), La chica de la fábrica de fósforos (1990), Nubes pasajeras (1996), Luces al atardecer (2005), El Havre (2011), El otro lado de la esperanza (2017). Ahora, en 2023, en Fallen Leaves (Hojas de otoño) son Ansa y Holappa —nombres de la pareja— los que no se dejan vencer por el frío poder capitalista ni por su propio tedio de la vida, ni dejan apagar una pequeña mecha de ilusión que ha entrado en sus corazones, aunque no lo muestren sus rostros impávidos e inexpresivos y sus pocas palabras. Pero una exquisita selección de canciones románticas y nostálgicas, en varios idiomas, va escribiendo también el guion de la historia; lo mismo que la alusión en los carteles de cine al mejor cine: Bresson, David Lean, Visconti, Godard, incluso Jim Jarmusch, y sobre todo Chaplin (ojo con el perrito que aparecerá en la historia). 

En medio de las noticias sobre la guerra de Rusia contra Ucrania, cuando pareciera que no hay motivos de esperanza; con un sistema social frío e inhumano, y almas anónimas y tristes, Kaurismäki halla otras melodías para ilusionarte, pequeños gestos de color (siempre con colores primarios), latidos nacientes en el corazón que abren las puertas al amor y a la esperanza de algo diferente. Fiel a su estilo de dirección, edición y de encuadres, le bastan 80 minutos para contar una historia así, con una sencillez de recursos y una sobriedad que van despojando de todo artificio o sensiblería y nos deja sólo la humanidad tan real de sus personajes. No, no son perfectos, ni físicamente atractivos, y nadie los conoce, pero son capaces de enamorarse y de enamorarte. 

Fallen Leaves recibió el gran Premio del Jurado de Cannes, en 2023, y es considerada una de las mejores películas del año. Además de su estreno reciente en cine, puede verse en la plataforma de MUBI, al igual que otros filmes de Kaurismäki. 


Fotograma: Hojas de otono. Dir. Aki Kaurismäki (2023)

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