«Misericordia, Señor, hemos pecado»
«Misericordia, Señor, hemos pecado»
«Misericordia, Señor, hemos pecado»
«Misericordia, Señor, hemos pecado»
«Misericordia, Señor, hemos pecado»
«El Señor es compasivo y misericordioso»
«Dichoso el que cumple la voluntad del Señor»
«El justo brilla como una luz en las tinieblas»
«Dichosos los pobres de espíritu, porque de ellos es el Reino de los cielos»
Peregrinar nos es natural. La humanidad ha venido caminando desde sus orígenes (y quizá, también, hacia sus orígenes). Cada paso abre camino y teje, a su vez, la historia.