«Un bálsamo para el corazón», fortaleciendo la esperanza y la lucha por el buen vivir

La Red de Solidaridad y Apostolado Indígena (RSAI) de la Conferencia de Provinciales de América Latina y el Caribe (CPAL) llevó a cabo, los pasados días 24 al 29 de agosto, un encuentro en la Sierra Tarahumara, México, con el objetivo de reflexionar, evaluar y proyectar el camino de la organización para los próximos tres años.

El evento reunió a representantes de diversos países, entre ellos Chile, Argentina, Paraguay, Bolivia, Perú, Guatemala, México, Canadá y Euskal Herria, además de comunidades indígenas y organizaciones solidarias.

La RSAI es una organización formada por jesuitas y laicos que trabajan junto con pueblos originarios en distintos países de Latinoamérica. Su objetivo es apoyar, acompañar y fortalecer las culturas indígenas, promoviendo el buen vivir y respetando sus cosmovisiones y tradiciones.

En esos días, integrantes de la RSAI compartieron experiencias desde el dolor y las lágrimas y hablaron sobre las heridas que enfrentan las comunidades indígenas en su defensa del territorio, la violencia, la desaparición forzada y la discriminación, permitiendo así compartir tanto las luchas como los sueños.

Aldo Hernández, jesuita que reside en la Tarahumara, refiere que «el fruto más rico de estar ahí fue sentirse compañeros y acompañados». Fue un evento que se sintió como «un bálsamo para el corazón», dijo.

Al inicio de las actividades se hizo un homenaje a Javier Campos «El Gallo» y Joaquín Mora, defensores de los pueblos originarios, en el lugar donde fueron encontrados sus cuerpos aquel junio de 2022. El legado de ambos fue reconocido como símbolo de resurrección, esperanza y vida en abundancia.

Foto: CPAL

Asimismo, se realizaron momentos de oración y danza, en los que cada cultura pudo compartir sus historias, luchas y aspiraciones, haciendo resonar una «voz en común».

Aldo menciona que esta comunión los llevó a soñar juntos y estar en sintonía con los demás, «descubriendo que la vida también se comparte a través del baile». Describe también su experiencia en este encuentro, con la imagen de un fogón; un espacio donde se cocina con leña: «Está prendido todo el tiempo, pero tienes que regresar a soplar para que la llama no se apague».

Esa metáfora resume el espíritu del encuentro: mantener encendida la llama de la esperanza y de la lucha colectiva.

La RSAI invita a todas y todos a seguir «soplando los fogones» de la memoria, la resistencia y la vida, para que las voces de los pueblos originarios sigan iluminando el camino hacia un futuro más justo y humano.


Abril Jorda es estudiante de Comunicación pública del ITESO y becaria de Christus.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *