El domingo 2 de junio de 2024 se celebraron elecciones en México para definir la presidencia del país, nueve gubernaturas, 128 senadurías y 500 diputaciones federales. Se renovaron 30 congresos locales y se eligieron a mil 174 presidentes municipales, además de las 16 alcaldías de la Ciudad de México. Esto implicó instalar alrededor de 170 mil casillas para que 98 millones de electores pudieran emitir sus votos.
Los resultados que ahora se exponen son fruto de los cómputos distritales de todo el país. Hay que señalar que, al momento de escribir este texto, están en curso los procesos de impugnación en los tribunales electorales locales y federales, por lo que es posible que algunos resultados se modifiquen. Los tribunales correspondientes tienen hasta el inicio del periodo de los cargos de elección popular para resolver las impugnaciones.
Elección federal
El cómputo nacional que elaboró el Instituto Nacional Electoral (INE) ratificó lo que el conteo rápido y el Programa de Resultados Preliminares (PREP) ya habían mostrado en la noche del 2 de junio: Claudia Sheinbaum ganó la presidencia de México con el 59.75% del sufragio, equivalente a 35 millones 934 mil 519 votos. En segundo lugar se colocó la abanderada de la coalición Fuerza y Corazón por México —conformada por el Partido Acción Nacional (PAN), el Partido Revolucionario Institucional (PRI) y el Partido de la Revolución Democrática (PRD)—, Xóchitl Gálvez, con el 27.45%, que significan 16 millones 502 mil 697 votos. Jorge Álvarez Máynez, del partido Movimiento Ciudadano (MC), contó con el 10.32% del resultado, que son 6 millones 204 mil 710 votos. La victoria de la candidata de Movimiento Regeneración Nacional (MORENA), el Partido Verde y el Partido del Trabajo (PT) fue decisiva y arrolladora, ya que ganó con una proporción de dos a uno a la candidata de la coalición de Fuerza y Corazón por México.
En lo que concierne a la elección presidencial, los aglutinadores de encuestas no se equivocaron, pues en todo momento mostraron la fortaleza política de Claudia Sheinbaum, que logró ser la depositaria del proyecto político de Andrés Manuel López Obrador, que a su vez consiguió que la candidata oficialista obtuviera la mayor parte de sus activos políticos. A pesar de que la exjefa de Gobierno de la Ciudad de México no cuenta con el carisma político del presidente, parece muy claro que la mayor parte de las y los mexicanos buscaron refrendar por seis años más los proyectos y las iniciativas de la administración saliente.
Hace seis años la victoria de López Obrador había sido más que contundente al obtener el 53% de la votación. La próxima presidenta de México llegará con un capital político más alto, ya que tuvo seis puntos porcentuales más que los votos de su antecesor. La legitimidad que tendrá Claudia Sheinbaum al comenzar su mandato es la mayor que ha experimentado un presidente de México luego de los procesos de alternancia política; en la historia reciente de México, sólo Miguel de la Madrid Hurtado, en 1982, tuvo un mayor porcentaje de votos que Claudia Sheinbaum.
Con respecto a la elección de 128 senadores, MORENA, en alianza con el Partido Verde y el PT, ganó en 19 estados de la República. En solitario, MORENA obtuvo la primera fórmula en 10 estados, con lo cual la alianza oficialista se impuso en 29 de los 32 estados del país. Por otro lado, el Partido Verde ganó en San Luis Potosí y la alianza PAN–PRI–PRD obtuvo el triunfo en Aguascalientes y Querétaro.
De acuerdo con el último cálculo del INE sobre la asignación de senadores, cada partido tendría los siguientes curules: MORENA, 60 senadores; Partido Verde, 14; PT, 9; PAN, 22; PRI, 16; PRD, 2; MC, 5. Esto significa que la alianza entre MORENA–Partido Verde–PT tendrá 83 representantes en el Senado. Hay que recordar que la mayoría calificada en esta Cámara, que permite hacer reformas a la Constitución, es de 85 miembros. La composición actual en la Cámara de Senadores le daba a MORENA y sus aliados 75 escaños, con lo que podían hacer cambios a leyes reglamentarias, pero estaban imposibilitados para realizar reformas a la Constitución. Sin embargo, los comicios de 2024 hicieron que el bloque oficialista avanzara varias posiciones y ahora esté a punto de contar con la mayoría calificada. Por lo tanto, gran parte de las y los mexicanos ratificaron el desempeño de MORENA y sus aliados de forma muy contundente, otorgándoles los instrumentos para avanzar en las reformas legales que proponen.
En la elección de la Cámara de Diputados pasó algo similar. De los 300 distritos federales, MORENA y sus aliados ganaron en 219 circunscripciones, mientras que MORENA en solitario ganó en otras 37, obteniendo el triunfo en 256 en total. La alianza PAN–PRI–PRD ganó en 39 distritos y el PAN, compitiendo solo, obtuvo tres más, sumando 42 distritos federales. Por otro lado, MC ganó un distrito de mayoría relativa en los Altos de Jalisco y un candidato independiente ganó uno más.
De acuerdo con los cálculos que el INE tiene hasta ahora, la Cámara de Diputados estaría compuesta de la siguiente forma: MORENA, 236 diputados; Partido Verde, 77; PT, 51; PAN, 72; PRI, 35; PRD, 1; MC, 27; candidato independiente, 1. Esto indica que MORENA y sus partidarios tendrán 364 diputados, mientras que la mayoría calificada en esta Cámara se obtiene con 334 curules. Es un hecho que la presidenta electa, Claudia Sheinbaum, contará con un apoyo total a sus políticas y propuestas de ley por parte de las y los diputados de México, al menos durante los próximos tres años.
Si el apoyo popular fue contundente en la elección de senadores, en el caso de las y los diputados fue aún mayor. La eficacia electoral en el territorio fue muy alta, ya que MORENA y sus aliados lograron el triunfo en el 85% de los distritos electorales. Esto demuestra que las estructuras electorales de MORENA funcionaron a la perfección, y es por ello que ahora obtendrán una mayoría calificada inobjetable.
Por otro lado, a pesar de las intensivas campañas para alentar el voto y las largas filas en algunas grandes ciudades, la participación ciudadana en este proceso electoral federal fue del 61.04%. Si comparamos con los comicios anteriores, encontramos que en el año 2000 fue del 63.97%, en 2006 bajó a 58.55%, en 2012 volvió al 63.14% y en 2018 fue del 63.42%. Esto significa que en esta elección la asistencia disminuyó en poco más de dos puntos porcentuales.
Una de las preguntas más serias que debemos plantearnos para el futuro es por qué se mantienen estos niveles. En otras naciones latinoamericanas las personas acuden a las urnas de forma mayoritaria. Por ejemplo, en países como Uruguay, Bolivia, Ecuador, Perú, Argentina y Brasil la asistencia ciudadana es igual o superior al 80%.
Por otro lado, fruto de los resultados electorales de estos comicios, el PRD perdió su registro como partido político nacional, ya que sólo obtuvo el 2.43% de la votación nacional. Recordemos que para mantener el registro se necesita el 3.0% de los votos. Las alianzas electorales fallidas y el paso de sus militantes a las filas de MORENA terminaron por extinguir a este partido, que fue un actor clave en los procesos de democratización del país.
Elecciones locales
En las nueve elecciones a la gubernatura celebradas en 2024 se consolidaron los resultados que habían mostrado los conteos rápidos elaborados por el INE. Se entregaron las constancias de mayoría a las siguientes personas: de la coalición de MORENA–Partido Verde–PT ganaron Rocío Nahle (Veracruz), Javier May (Tabasco), Clara Brugada (Ciudad de México), Alejandro Armenta (Puebla), Margarita González Saravia (Morelos), Joaquín Díaz Mena (Yucatán) y Óscar Eduardo Ramírez (Chiapas). En el estado de Guanajuato Libia Denisse García, del PAN, fue la gobernadora electa, mientras que Pablo Lemus Navarro, de MC, obtuvo el triunfo en Jalisco.
Los resultados nos dicen que la oposición política a MORENA y sus asociados retuvo dos de las tres gubernaturas en disputa. Por otro lado, MORENA repetirá en todas las entidades donde ya gobernaba, además de que logró obtener Yucatán como ganancia en estos comicios.
Esto coloca el mapa político de México de la siguiente forma: MORENA y sus aliados gobernarán en 24 estados a partir de finales de este año. El PAN sólo gobernará en cuatro entidades (Aguascalientes, Guanajuato, Querétaro y Chihuahua), el PRI en dos (Coahuila y Durango) y MC continuará en Jalisco y Nuevo León. Esto significa que el control territorial de MORENA y sus partidarios se ha extendido, dominando el 75% de los estados de la República.
Este escenario político fortalece a MORENA como partido mayoritario en México y le otorga a la presidenta electa, Claudia Sheinbaum, una situación inmejorable para avanzar en políticas y proyectos a escala nacional. Si se observa el nuevo mapa con detenimiento podemos ver que la oposición política al nuevo gobierno se concentra en el occidente y en una parte del norte del país. Por otro lado, los apoyos y la base social de la Cuarta Transformación se ubican en el centro y el sur de México.
Algunas reflexiones sobre el proceso electoral
A diferencia de lo que pasó hace seis años, la candidata más fuerte de la oposición descalificó el proceso electoral y no reconoció su derrota con honestidad, a pesar de la contundencia y holgura de los resultados. Incluso hubo quienes se atrevieron a decir que hubo fraude. Desde mi perspectiva, el mensaje de la población en México y de la mayor parte del territorio nacional fue muy claro: se reafirmó la confianza en el proyecto político que inició hace seis años Andrés Manuel López Obrador.
El llamado «Plan C» que propuso el presidente y la candidata electa, conocido coloquialmente como el «segundo piso de la Cuarta Transformación», muy probablemente será puesto en marcha en los próximos tres años.
Uno de los principales retos del próximo gobierno será su capacidad de diálogo y negociación con el 40% la población que no votó por esta opción política. Además, será decisivo para MORENA mantener su cohesión sin la presencia pública de López Obrador, quien sigue siendo el gran aglutinador de esta fuerza. De ahora en adelante tendremos un movimiento social lopezobradorista sin López Obrador.
Por otro lado, la oposición política en México cosechó una estrepitosa derrota electoral. Los liderazgos cupulares de estos partidos políticos están resquebrajados y perdieron una enorme legitimidad hacia sus bases. Hasta el momento de escribir este texto no hay una lectura autocrítica de lo que sucedió el pasado 2 de junio y no se vislumbra en el horizonte próximo una pronta reconstrucción de la oposición política en México, que todavía está aturdida con los resultados. Durante todo el sexenio de López Obrador los tres partidos tradicionales, PAN, PRI y PRD, perdieron el tiempo y no hicieron las transformaciones que el contexto político les exigía. Queda claro que si estos institutos políticos no cambian tendrán el mismo desenlace que el partido del sol azteca. Mucho tendrán que repensar y trabajar.
Ahora bien, parece que al final del día la apuesta electoral de MC de ir en solitario en la contienda federal tuvo aciertos y errores. El mayor logro es que aumentaron sus porcentajes de votación, pasando del 6% al 10% en el plano nacional. En contraparte, tuvieron pérdidas territoriales importantes, ya que fueron incapaces de incrementar su efectivad electoral al sólo ganar un distrito a escala nacional sin lograr ninguna senaduría de forma directa. Aunque retuvieron la gubernatura en Jalisco, tanto en este estado como en Nuevo León tendrán gobiernos locales con un escenario político muy adverso, ya que su oposición controlará los congresos locales. Los resultados para el movimiento naranja son agridulces.
La gran conclusión de estas elecciones recientes es que México pidió la construcción del segundo piso de la Cuarta Transformación.