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Tres cineasta mujeres triunfan en la Berlinale 2023

El recorrido de las mejores películas por estrenarse en el mundo comienza cada año en el mes de febrero en Berlín, con un festival de cine de los más serios y mejor organizados.

En este festival está presente el Jurado Ecuménico internacional, conformado por tres profesionales de signis (la Asociación Católica para la Comunicación) y tres de Interfilm (por parte de las Iglesias protestantes). Este año el Jurado Ecuménico ha concedido su Premio a la película mexicana Tótem, de Lila Avilés, con esta justificación: “El jurado quedó realmente impresionado por la manera compleja y sensible de ilustrar el amor que mantiene unida a esta familia, ni falsa ni idealizada. También destaca cómo la cultura mexicana lidia con la muerte y celebra la vida al mismo tiempo”.

Fotograma Tótem-Lila Avilés.

Coproducida por México, Dinamarca y Francia, la película nos cuenta la historia de Sol, una niña de siete años que pasa el día en casa de su abuelo ayudando con los preparativos de una fiesta sorpresa para su padre, pero devienen problemas que amenazan fracturar los cimientos familiares, a causa de una enfermedad terminal.

Lila Avilés se estrenó en la dirección de un largometraje con La camarista (2018), ganadora de varios premios internacionales, y que representó a México en los Oscar y los Goya.

“Mi prioridad en Tótem era retratar la vida cotidiana desde un punto de vista muy íntimo, ir a la raíz”, dice la directora. “Me gustan los microcosmos, la esencia de las cosas, las matrioshkas, las pirámides, las cosas que contienen otras cosas… El tema central era el concepto de la casa, el hogar, los lugares que habitamos, y la interacción tan diversa que hay en un micronúcleo, como la familia. La mayoría de las familias tienen formas de comunicarse que son casi como un nuevo idioma; no le hablas a tu padre igual que a tu madre o a tu perro. La comunicación y el arte son códigos que generan vínculos, posibilidades de habitar entre los seres”, dice Lila Avilés.

La directora agradeció el reconocimiento ecuménico: “Es una gran felicidad haber recibido este premio que honra de cierta forma la espiritualidad; hay algo ahí de base”.

Otras dos películas mexicanas también fueron premiadas en Berlín: El Eco, de la talentosa Tatiana Huezo, como mejor documental en la competencia, y Adolfo, de Sofía Auza, en la sección Generation 14Plus, destinada al público juvenil.

Fotograma El eco- Tatiana Huezo

En El Eco, un pueblo a más de tres mil metros de altura en el estado de Puebla, no hay trabajo y sus habitantes viven de lo que siembran y de sus animales, y son las mujeres las que se quedan al frente de la vida. “Realmente me vuelca el alma y me vuelca el espíritu poder retratar a personajes femeninos reales, mientras en los medios comerciales estamos acostumbrados a ver personajes femeninos muy estáticos, llenos de clichés, que cumplen una norma o que son objetos del deseo”, dice Tatiana Huezo. “La luz enorme de estos niños campesinos y de sus familias nos mostraron con enorme ternura que el cuidado por el otro también es un acto de resistencia. Y que hay una increíble fuerza y dignidad en nuestros pueblos rurales”. De esta directora vale mucho la pena ver sus excelentes trabajos anteriores: El lugar más pequeño (2011), Tempestad (2016) y Noche de fuego (2021).

Fotograma Adolfo-Sofía Auza.

Adolfo, de Sofía Auza, ganó el Oso de Cristal de la sección Generation 14Plus de la Berlinale. La historia de un muchacho que pierde a su padre y debe buscar un nuevo hogar para un cactus llamado Adolfo cautivó al jurado de los premios Generation, según argumentaron en un comunicado: “A través de un encuentro inesperado pero intenso, y su humor ingenioso, acompañamos a dos personas muy diferentes a través de una noche encantadora llena de colores, pensamientos y diálogos poético–filosóficos. La película nos conquistó por su atención al detalle, pues dibuja personajes inspiradores que intentan reconciliarse con su pasado y, al mismo tiempo, mirar hacia el futuro”.

Con estos nuevos reconocimientos se sigue confirmando la calidad de nuestras mujeres cineastas y su profunda perspectiva al contar historias sobre los vínculos familiares, la niñez y la fuerza moral de las mujeres, en nuestras realidades de inseguridad social. Así, el mejor cine nos ilumina caminos de amor y esperanza.

3 respuestas

  1. Muchas gracias Luis… siempre interesantes e ilustrativos tus comentarios, que además son una invitación a disfrutar del cine desde una óptica muy especial.

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