Un puente de comunión, escucha y misericordia
Tenemos un nuevo dirigente en la Iglesia, lo que nos llena de expectativa y esperanza. ¿Quién es Robert Prevost? Más allá de los títulos formales, el cardenal agustino es hoy una de las figuras clave en la Iglesia global.
Robert Francis Prevost nació en Chicago, Estados Unidos, en 1955, en una familia de raíces católicas sencillas. Desde joven sintió el llamado a servir, lo que lo llevó a ingresar a la Orden de San Agustín. Se formó en matemáticas en Villanova University, pero pronto su vocación lo condujo a Roma, donde estudió teología en la Universidad Gregoriana y derecho canónico en la Universidad de Salamanca. Su formación académica, combinada con una fuerte vida espiritual, preparó el camino para una misión profundamente humana: vivir el Evangelio desde la cercanía y la compasión.
De Chiclayo a Roma:
Robert Prevost no fue el típico funcionario del Vaticano. quienes lo conocen saben que es un hombre de pueblo, marcado por su paso como obispo en Chiclayo, en el norte del Perú. Allí vivió más de una década acompañado del calor, la pobreza y la fe de su gente.
En tierras andinas, Prevost vivió de cerca el espíritu del Concilio Vaticano II. Apostó por una Iglesia que forma líderes laicos, apoya comunidades de base y presta mayor atención a los más pobres. No desde un escritorio, sino en el terreno, con una fe que se hace encuentro.
Prevost cree profundamente que en el dolor de los más vulnerables se encuentra el rostro de Dios. En cada campesino, madre sola o niño excluido, hay una presencia divina. Su visión conecta con una espiritualidad que abraza la fragilidad como lugar sagrado.
Hoy, en Roma, se espera que siga avanzando con la misma lógica: una Iglesia que escucha, discierne y camina con todos.
Jesús desde abajo: la fe del pueblo como guía
No se trata de conceptos teológicos lejanos. Para Prevost, Jesús se revela en lo cotidiano, en la vida sencilla de la gente. Su manera de ver a Cristo parte del camino de los excluidos, del Jesús que abraza al que sufre. Una cristología que sube desde abajo y se alimenta de la religiosidad popular bien acompañada.
“El Espíritu de Dios sopla en la religiosidad popular cuando es bien acompañada pastoralmente” —Prevost, homilía en Chiclayo, 2008.
Como buen agustino, Prevost no trata de encerrar a Dios en definiciones. Su fe está llena de misterio, de silencios que transforman, de un Dios que sufre con su pueblo y se deja encontrar en medio del dolor.
Su estilo es claro: escuchar, discernir, acompañar.
“El Espíritu nos precede, nos desborda y nos llama a la escucha mutua” —Prevost, Sínodo de la Sinodalidad, 2023.
Una Iglesia con rostro humano
La vida y pensamiento de Prevost apuntan a una Iglesia que no se aleja de la realidad. Una comunidad que sirve, que contempla en lo cotidiano, que no teme ensuciarse con el polvo del camino. Una Iglesia donde el misterio de Dios se vive en la carne de los pueblos.
Robert Prevost encarna una Iglesia viva, cercana y profundamente humana. Su historia nos recuerda que ser Iglesia hoy es escuchar, servir y caminar junto al pueblo. Desde Chiclayo hasta Roma, su mensaje es claro: el Evangelio se vive desde el corazón, con los pies bien puestos en la tierra.
Estaremos atentos a su labor y dirección, ahora bajo el nombre de Papa León XIV. Obispo de Roma y Pastor de la Iglesia Universal.

Un comentario
UNA INFORMACION MUY ACERTIVA Y SENCILLA.