Él era Francisco

Él era Jorge Mario Bergoglio, el primer papa jesuita y que dedicó el evangelio a las minorías, a las sociedades desfavorecidas y el que caminó en conjunto con las marginalidades como el ejemplo del mismo Jesús.

Él era Francisco, el Papa que adoptó un estilo sencillo y con mayor cercanía con la población pastoral, el que rompió con tradiciones y formalidades del Vaticano, el del lenguaje claro y directo que le valió el reconocimiento de millones de personas de todo el mundo, incluso de los no creyentes. Él era Francisco, el que dejó un estilo pastoral único y admirable.

Él era Bergoglio, el papa que, desde su elección en 2013, tras la renuncia de Benedicto XVI, marcó un pontificado de sencillez por su cercanía a los más necesitados y su impulso reformador dentro de la Iglesia Católica. Sólo basta con recordar la Reforma de la Curia Romana, Francisco buscaba transparecia, eficacia y legalidad en la administración de recursos del Vaticano, esto lo llevó a promover una cultura de servicio y colaboración. Su sencilles lo llevó a impulsar la importancia de las iglesias locales descentralizando el poder en Roma.

Su nombre pontifical lo tomó en honor a San Francisco de Asís, el fundador de la orden franciscana. Un santo entregado a los pobres y asociado muchas veces a la naturaleza y a los animales. Desde entonces el lema del Papa Francisco fue “Una iglesia pobre y para los pobres”.

Francisco marcó a la iglesia católica con el concepto de sinodalidad, enfatizó lo importante que es escuchar y mantener un dialogo con todas las personas que conforman la iglesia católica: laicos y religiosos para la toma de decisiones. Así Francisco buscó un acercamiento con las personas migrantes, parte central de su pontificado, pues la migración fue excluida y dejada a un lado en las anteriores administraciones papales, Francisco dijoCaminemos juntos”.

La sinodalidad también permitió un diálogo interreligioso el cual el Papa fomentó con lideres de otras religiones buscando un entendimiento mutuo y una construcción de paz y empatía en todo el mundo.

Francisco predicó el cuidado al Medio Ambiente y el respeto por la naturaleza a través de la encíclica “Laudato Si” en donde hizo un llamado urgente a la protección de nuestro planeta. En esta encíclica vinculó la justicia social con la crisis climática.

Fue el papa de las víctimas, el santo padre del mundo justo. Desde su presencia como máxima autoridad del Vaticano buscó ponerle un alto a los abusos dentro de la iglesia católica y promovió justicia para todas aquellas víctimas.

Él era Francisco, el líder espiritual que ha dejado una huella imborrable en el mundo entero, el que dedicó sus más de 11 años en el pontificado a la humildad, la compasión al compromiso con la justicia.

Él era Francisco, el papa que habló con franqueza y sin temor sobre los desafíos y problemáticas actuales que enfrenta la Iglesia Católica, como la discriminación.

Francisco ha dejado un legado de esperanza y renovación que nos enseña que la iglesia, más que un templo es un hogar de protección en donde todas las personas somos bienvenidas. Nos recordó que la fe es más que una creencia, la fe son las acciones. Inspiremos su vida para honrar su memoria.

 Que en paz descanse. Jorge Mario Bergoglio, Papa Francisco.

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