En esta entrevista, tenemos el placer de conversar con el P. Ricardo Lapuente, SJ, sobre su más reciente obra, El Profeta de Galilea, publicada por Buena Prensa. Exploraremos su experiencia como autor, así como diversos aspectos y detalles fascinantes de su libro.
¡Acompáñanos en esta breve y enriquecedora charla con un destacado autor y jesuita mexicano!
Buena Prensa: Gracias, P. Ricardo, por este tiempo que nos brindas. Cuéntanos sobre ti.
P. Ricardo: Gracias a Buena Prensa por esta oportunidad.
Soy Ricardo Lapuente Aguilar. Nací en Teziutlán, Puebla. Ingresé a la Compañía de Jesús en 1947 y fui ordenado sacerdote en 1962. Durante varios años me dediqué a apoyar la formación diocesana en Roma.
Al regresar a México, continué acompañando a mis hermanos jesuitas en la etapa final de nuestra preparación. Esto me condujo a lo que considero la experiencia más significativa de mi vida: los dieciocho años como misionero en la sierra Tarahumara.
BP: Tu último libro ha sido un proyecto de escritura profundamente bello y personal. ¿Qué significado tiene esta obra para ti?
P. Ricardo: “El Profeta de Galilea” es la interpretación que hago de los Ejercicios Espirituales de san Ignacio de Loyola. Y significa poner en palabras propias lo que ha sido mi vivencia de los ejercicios, por eso nunca coloco los conceptos ni utilizo las palabras predilectas de san Ignacio.
Representa también lo que ha sido para mí el conocimiento de Jesús, y el encuentro con el camino de muchas y muchos en mi ministerio.
BP: ¿Cómo fue que nació la idea de escribir este libro?
P. Ricardo: La motivación honda fue la insistencia de algunas personas que me quieren y me convencieron de que podría ser útil la experiencia que han vivido en Ejercicios Espirituales para otros y otras.
BP: Para ti, ¿quién es el Profeta de Galilea?
P. Ricardo: Yo te diría que es el sentido, la razón y el camino de mi vida. Cuando digo camino me refiero a una manera de interpretar las virtudes, los valores del reino y de rechazar los ídolos que produce la sociedad hedonista.
BP: ¿Cuáles son los puntos que consideras más importantes de esta obra?
P. Ricardo: El primero de ellos es la escucha del propio corazón, que es en donde Dios se comunica con nosotros, aunque eso no es exclusivo, porque se comunica a través de los signos de los tiempos y de la creación entera.
El segundo es la VIGILANCIA ORANTE, porque nos han enseñado a examinarnos mal, queremos hacerlo según los parámetros que nosotros mismos nos hacemos y Jesús no lo enseña así. La vigilancia orante sucede cuando nos dejamos mirar por los ojos de su Padre.
BP: Como autor, ¿cuál es la parte más significativa del libro?
P. Ricardo: Diría que es la propuesta que el Profeta de Galilea nos hace: optar por el régimen del amor y la fe y que Jesús nos transmite con su palabra y su vida.
BP: ¿Qué le dirías a las personas que quieran leer este libro?
P. Ricardo: Que se están equivocando si quieren leerlo, no es para leerlo, es para empezar un CAMINO “hacia la otra orilla”, como propuso a sus discípulos el mismo Profeta.
BP: Algún comentario final que nos quieras compartir
P. Ricardo: Que no se piense que interpreto todo el texto de san Ignacio, me quedo en el punto más importante, el inicio de la segunda semana que corresponde al conocimiento interno del Profeta para saber qué significa la opción por el primado del amor.
Por eso la invitación a los ejercitantes para que continúen en su vida ordinaria dicho conocimiento interno, con el propósito de encontrar el sentido y la plenitud de sus vidas. Ese es mi deseo.
La versión original de este texto se publicó en Buena Prensa, quien autoriza su reproducción
