Desde las personas hijra, en la India; los dos espíritus en la cultura lakota; las muxhes, en México; Safo en Grecia; Lan Caihe, en China, entre muchas otras prácticas religiosas y deidades, las orientaciones e identidades diversas han ocupado un lugar en las distintas cosmovisiones culturales.
En México, el culto más importante lo tiene la Virgen de Guadalupe, pero esa imagen fue pasando de generación en generación, no sólo en Latinoamérica, sino en Europa, Oriente Medio y Egipto, en orden cronológico: Isis, Innanao Ishtar, Démeter, Coatlicue, la Virgen de Guadalupe, y podríamos ampliar hasta más de once mil vírgenes, considerando sólo las representaciones cristianas.
Antes de comenzar a revisar la historia de las diosas en la historia de la humanidad quiero aclarar que estudié Comunicación, Filosofía y Ciencias Sociales, no soy teóloga. Por lo tanto, la aportación que hago al respecto de las deidades femeninas tienen su base en la literatura, la filosofía o la iconografía.
Estaba yo por sentarme a escribir tranquilamente sobre algunas deidades femeninas en otras culturas —como lo había prometido en la columna anterior-— pero tuve que detenerme en seco, porque el papa Francisco señaló en la conferencia «Hombre–Mujer Imagen de Dios.
En estos días —como el algoritmo de algunas redes ya sabe que leo sobre teología y mujeres— encontré una noticia que de primera quise celebrar, pero luego, leyendo bien, el argumento no ayudó mucho a sostener mi deseo de celebración.
¿Sólo si un hombre ejerce la espiritualidad me puedo salvar? En varios momentos históricos, culturas, creencias y comunidades las mujeres han participado y ejercido la espiritualidad.
Para hablar de Teología Queer, voy a tener qué citar alguno autores varones, blancos, occidentales y privilegiados, no porque comparta sus ideas, sino ante la reiterada pregunta ¿por qué no hay referentes serios en el tema de las disidencias?
¿Por qué nos hemos desconectado del sostén de la vida? El ecofeminismo se ha planteado esta pregunta por, al menos, un par de décadas. Resulta evidente que nuestra relación con la casa común ha sido, principalmente, devastadora.
El cruce entre feminismos y relación espiritual no sólo implica un profundo cuestionamiento sobre las relaciones desiguales de poder, de las visiones androcéntricas, antropocéntricas, sexistas, opresivas, etc., sino que los movimientos feministas han sido resistencias frente a las violencias; más bien han sido espacios creativos, estéticos, éticos y vinculados a las espiritualidades.
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CHRISTUS REVISTA DE TEOLOGÍA, CIENCIAS HUMANAS Y PASTORAL No. 847 Año LXXXI, octubre-diciembre de 2024, es una publicación electrónica trimestral editada por la Provincia Mexicana de la Compañía de Jesús, A.R., Av. Río Churubusco núm. 434, Colonia del Carmen, Coyoacán, Ciudad de México, C.P. 04100, teléfono: 55 5533 5835. Editor responsable: Pedro Antonio Reyes Linares. Reserva de Derechos al Uso Exclusivo 04-2023-011210031400-203, otorgada por el Instituto Nacional del Derecho de Autor. Responsable de la última actualización de este número, Pedro Antonio Reyes Linares, 1 de octubre de 2024. Fecha de publicación: 1 de octubre de 2024.
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