
Mi ciudad natal está consagrada a la Inmaculada, así que cada 8 de diciembre hay fiesta religiosa en Tampico de la Inmaculada, mejor conocido como Tampico Tamaulipas.

¿Por qué no nos entendemos aun cuando hablemos el mismo idioma?

Ésta es una cuestión que interesó mucho a los primeros cristianos. Hay algunos escritos de la Antigüedad enfocados específicamente en eso.

Cuando estaba entre mis 30 y mis 40 años de edad tuve neumonía, la enfermedad fue difícil pero la recuperación lo fue aún más, quedé agotada, sin energías, caminaba muy despacio, sentía cierta neblina mental, tardé un buen tiempo en recuperarme, así que, cuando supe que el Papa Francisco tenía neumonía me puse en su lugar, pensé que lo más difícil sería la recuperación posterior porque la edad también cuenta en estas cosas, así que no fue una sorpresa el saber que había fallecido justo después de vivir un día tan agitado como el domingo de Resurrección.

Creer en un Dios crucificado es ciertamente una especie de locura. Pareciera que se cree

Como seres sociales estamos unidos a todos los demás, a los que nos antecedieron, a los que vendrán y a nuestros contemporáneos.

La vida interior es algo muy complejo en medio de tantos ruidos y demandas que nos agobian; de hecho, podemos no tener vida interior y vivir solamente para lo externo, como esos frutos que se van secando de adentro hacia afuera: parecen estar bien, pero al abrirlos resulta que están muertos.

Somos herederos de muchos siglos de divisiones y dualismos. Hemos separado el alma del cuerpo y la razón de los sentimientos.

Hace dos meses más o menos decidí que para mayo escribiría sobre María, pensé que era cosa de sentarme y escribir. ¡Ingenua de mí! Me molestan y estorban mucho los términos de «virgen» y «madre», y no porque ella no lo sea, sino por lo estereotipado que tenemos esos conceptos en nuestro imaginario.

El desgarramiento interno de san Agustín es más claro en sus Confesiones a partir de los tres últimos libros: «y ningún lugar por ninguna parte, y ningún lugar por ninguna parte. Nos alejamos y nos acercamos, y ningún lugar por ninguna parte».