«Quién subirá en la montaña del Señor»
OCTUBRE
Domingo 1
- Ez 18, 25–28
- Sal 24
- Flp 2, 1–5
- Mt 21, 28–32
§ Ezequiel nos pone en camino para comprender que nuestras acciones nos pueden conducir hacia la vida y hacia la muerte; que podemos actuar con justicia o injustamente. Sin embargo, todos tenemos posibilidad de retomar la dirección y elegir siempre aquello que nos lleva a una vida más encaminada a la voluntad de Dios.
§ El acento de la carta a los Filipenses se halla en mantener la unanimidad, es decir, se resalta la importancia de la unidad y de la comunidad para poder comunicar a Cristo. La rivalidad o la ostentación son únicamente obstáculos para permanecer en el Espíritu de Dios como un solo cuerpo. El mejor consejo: seguir los pasos de Cristo.
§ El Evangelio de Mateo deja claro el papel de la voluntad personal en la tarea de encauzarnos hacia la voluntad de Dios, pero lo principal en ello consiste en la apertura y disposición para dejarnos conducir.
Este Evangelio nos recuerda que hay que poner el amor más en las obras que en las palabras, y que en muchas ocasiones necesitaremos de coraje para enfrentar las dificultades de la vida y para permanecer en la fidelidad a Cristo, pues para seguirlo no bastan las buenas intenciones, las promesas o los discursos.