En octubre de 2023 nos acercamos al final del proceso del Sínodo de la sinodalidad de la Iglesia católica. En este llamado «a caminar juntos como pueblo de Dios» se nos ha convocado a construir una Iglesia que trascienda fronteras y abrace el diálogo guiado por el Espíritu Santo. En este contexto, las reseñas que les presento se convierten en un valioso recurso para explorar, reflexionar, cuestionar y promover el diálogo en torno a nuestra fe. A través de estas películas, la invitación es a abrir nuestras mentes y corazones a una experiencia trascendental y transformadora, en sintonía con los principios que nos propone el diálogo sinodal. Caminemos juntos por este fascinante sendero.
Así en la tierra como en el cielo
(Dir. Kay Pollak, Suecia, 2004, 132 min.)
Daniel Daréus, un renombrado director de orquesta, decide tomar un receso en su exitosa carrera tras sufrir un infarto y retorna a su pueblo natal con un propósito claro: escuchar. Así, dedica sus días a percibir los latidos de su propio corazón, los murmullos de la naturaleza y las voces de la gente en medio de sus tristezas y alegrías, en sus búsquedas y anhelos. Sus composiciones no sólo reflejan sus experiencias, también logran ser guía para otros, un impulso para la liberación, para que cada quien encuentre su voz interior. En esta película destaca la presencia de resonancias bíblicas, como el pasaje «Escucha, Israel» (Dt 6,4), además de numerosos símbolos cristianos como la sangre derramada, el viento, las comidas compartidas y el sentido de comunidad. En esta línea, son muy oportunas las palabras del papa Francisco: «El mundo de hoy es en su mayoría un mundo sordo. […] no hay que perder la capacidad de escucha. San Francisco de Asís “escuchó la voz de Dios, escuchó la voz del pobre, escuchó la voz del enfermo, escuchó la voz de la naturaleza. Y todo eso lo transforma en un estilo de vida. Deseo que la semilla de san Francisco crezca en tantos corazones”» (Fratelli tutti, 48).
El lenguaje del corazón (Marie Heurtin)
(Dir. Jean–Pierre Améris, Francia,
2014, 90 min.)
Hermosa y bien contada película basada en la vida de Marie Heurtin, quien ciega, sorda y muda es llevada por su padre a una institución donde unas religiosas cuidan de mujeres sordas. A pesar del escepticismo de la madre superiora, la hermana Marguerite será la encargada de cuidar de esta pequeña de 14 años, acompañarla y buscar la manera de comunicarse con ella. Reflexionemos estas palabras del papa Francisco que nos hablan sobre la inclusión y pertenencia: «Quiero recordar a esos “exiliados ocultos” que son tratados como cuerpos extraños en la sociedad. Muchas personas con discapacidad “sienten que existen sin pertenecer y sin participar”. Hay todavía mucho “que les impide tener una ciudadanía plena”. El objetivo no es sólo cuidarlos, sino “que participen activamente en la comunidad civil y eclesial. Es un camino exigente y también fatigoso, que contribuirá cada vez más a la formación de conciencias capaces de reconocer a cada individuo como una persona única e irrepetible”» (Fratelli tutti, 98).
Unidos
(Dir. Dan Scanlon, Estados Unidos,
2020, 103 min.)
Película de Disney Pixar que cuenta la historia fantástica de dos hermanos elfos, Ian y Barley Lightfood, quienes a través de la magia descubren la manera de pasar 24 horas junto a su padre que murió cuando ellos eran aún muy pequeños. En un mundo habitado por creaturas mitológicas como centauros, hadas y cíclopes, podemos acompañar a los protagonistas en esta aventura de encontrarse con su padre y ser testigos de los lazos de unidad que hay en este par de hermanos. Sobre estos vínculos de fraternidad el papa Francisco nos dice lo siguiente en su exhortación sobre la familia: «La relación entre los hermanos se profundiza con el paso del tiempo, y el vínculo de fraternidad que se forma en la familia entre los hijos, si se da en un clima de educación abierto a los demás, es una gran escuela de libertad y de paz. En la familia, entre hermanos, se aprende la convivencia humana […]. Tal vez no siempre somos conscientes de ello, pero es precisamente la familia la que introduce la fraternidad en el mundo» (Amoris laetitia, 194).
Ni uno menos
(Dir. Zhang Yimou, China, 1999, 106 min.)
El alcalde de un pueblo le pide a una niña de 13 años que sustituya por un mes al maestro de la escuela. Éste le deja un trozo de tiza para cada día y promete darle 10 yuanes si consigue que ningún estudiante abandone la escuela. Un alumno abandona la clase para ir a la ciudad en busca de trabajo y la pequeña maestra sale en su búsqueda. Esta película es una hermosa historia que tiene que ver con la entrega, el cariño y la preocupación por los demás. Respecto a esto, el papa Francisco nos dice: «En la actividad política hay que recordar que “más allá de toda apariencia, cada uno es inmensamente sagrado y merece nuestro cariño y nuestra entrega. Por ello, si logro ayudar a una sola persona a vivir mejor, eso ya justifica la entrega de mi vida […]”. Quien ama y ha dejado de entender la política como una mera búsqueda de poder “tiene la seguridad de que no se pierde ninguno de sus trabajos realizados con amor, no se pierde ninguna de sus preocupaciones sinceras por los demás, no se pierde ningún acto de amor a Dios, no se pierde ningún cansancio generoso, no se pierde ninguna dolorosa paciencia”» (Fratelli tutti, 195).
