«A las historias, como ya lo señaló Sartre, no las cuenta la realidad, las cuenta el lenguaje humano, la memoria». Fernanda Melchor, Aquí no es Miami.
Las alumnas y los alumnos del Centro Universitario de Arte, Arquitectura y Diseño (CUAAD), de la Universidad de Guadalajara, se quedaron en suspenso total al ver cómo el mapa del Área Metropolitana de Guadalajara (AMG) se teñía de rojo. Aquello era producto del trabajo de investigación y diseño que Fernanda Verduzco Hernández, alumna de la licenciatura en Ciencias de la Comunicación, y próxima a graduarse, había realizado como proyecto de un laboratorio de investigación en el ITESO. El auditorio completo no podía dar cabida los hallazgos que Fernanda explicaba. Y es que en él se dibujaba cada asesinato, cada violación y cada feminicidio que se tiene registrado en esta región de México.
Fernanda, aliada de las causas sociales, es voluntaria en organizaciones de búsqueda de personas desaparecidas, y de este modo decidió que los trabajos realizados desde la universidad fueran encaminados para entender las problemáticas sociales que acontecen en Guadalajara, especialmente la violencia de género y el feminicidio.
«Este proyecto nace de una angustia o un miedo personal, un miedo que siento que no lograba identificar, pero era un miedo que envolvía en sí mismo muchos otros. Me di cuenta de que el miedo era un factor en común que yo encontraba en todas mis relaciones sociales, o sea, yo veía cómo todas mis amigas, mis compañeras y compañeros sentimos miedo cuando teníamos que transitar por la ciudad o por simplemente caminar por las calles y ocupar el espacio público. Empecé a pensar si se podía mapear el miedo», cuenta Fernanda en entrevista con CHRISTUS.
Foto: Luis Ponciano-CRUCE
Su proyecto comenzó en el Laboratorio de Estrategias de Intervención Social, en donde las maestras Daniela Jiménez y Paloma López Portillo fueron clave para su realización. Tiempo después se sumó Héctor Piña, quien desde sus conocimientos apoyó al proyecto.
En ese taller Fernanda imaginó cómo mapear algo tan subjetivo como las emociones, y después de leer un artículo de la socióloga Rosana Reguillo, en el que explica la atmósfera de miedo y fragilidad que hay en la ciudadanía en semejanza a la medición de la temperatura, en la que una sensación térmica se refiere a la subjetividad de lo percibido en el entorno y a la capacidad de reproducir lo social.
«Pensé que si mapeaba lo objetivo, que serían las cifras de homicidios de violación y feminicidio, quizás podía también aterrizar los conceptos que propone Reguillo».
La estudiante encontró los objetivos, o sea las emociones, como el miedo, y basó su investigación en tratar de mapear las cifras objetivas de la violencia; como resultado obtuvo una sensación térmica de las emociones detrás de esas cifras.
Fernanda expresa que esas emociones que habitan en el territorio del AMG le permitieron conocer la sensación térmica del miedo que impera en el territorio.
«Al mapear me di cuenta de que la violencia está en todas las coordenadas, en todas las calles y que realmente no hay zonas seguras».
El primer mapa lo realizó de manera física; un mapa de Guadalajara impreso y sobre el cual señalaba con tachuelas las violaciones y los feminicidios acontecidos. Tiempo después su proyecto creció y se trasformó en un mapa digital.
El mapa digital muestra cada lugar del AMG y contabiliza los 2,029 feminicidios, las 2,181 violaciones y los 8,364 homicidios recabados desde el 1 de enero de 2018 al 29 de febrero de 2024. Un mapa digital con el que las personas como usuarios pueden interactuar y localizar sus lugares concurrentes y entender cómo la violencia está presente en las calles que frecuentan.
«Creo que el hacerlo manual, al poner yo cada pin, cada tachuela y que cada tachuela significara una vida o una víctima de violencia, fue un proceso personal que para mí resignifica la vida de las personas. Entender que no son cifras, sino que son individuos, que son el hijo de alguien, la mamá de alguien, el padre de alguien; entonces, cada vez que yo ponía una tachuela, pasaba por el proceso de saber que era una víctima de feminicidio o una víctima de violación o de homicidio y tener muy presente eso», afirma Verduzco.
Mapear la violencia fue un proceso cansado, emocionalmente pesado, dice la entrevistada: «La violencia está en todos lados, y me sorprendía y se me revolvía el estómago al darme cuenta de la cantidad de violaciones, por ejemplo, que ocurren, y también tener muy presente que estas cifras, aunque son cifras oficiales, son apenas un pequeño porcentaje de la realidad».
No obstante, Fernanda comenta que, a pesar del contexto en el que vivimos, ella encuentra esperanza.
«Yo encuentro un poco de esperanza en ver cómo los colectivos tanto de madres buscadoras como de activistas o de estudiantes toman el amor y la empatía como una acción política. Se movilizan desde el amor y desde la empatía», concluye Fernanda, dibujando una sonrisa al traer a la mente los colectivos.
El trabajo de Fernanda es un recordatorio de que los proyectos que se realizan desde las aulas del ITESO sirven para otras cosas y no sólo para obtener una buena calificación.
Cuando Fernanda hizo la presentación de los resultados en el CUADD la ovación se apoderó del auditorio cerca de dos minutos.
Puedes consultar el mapa y su investigación en https://mapearlasviolencias.com/
Foto de portada: Luis Ponciano-CRUCE
3 respuestas
Muchas felicidades a Fernanda, muy impresionante su proyecto y le felicito por ayudar a los colectivos.
Lo triste es que esto está pasando en nuestro Mexico 😢🙏
Muchas gracias por el apoyo y tu comentario Magdalena, ante esta situación de violencia extrema hay que hacer esfuerzos por crear lazos cada vez más fuertes y crear estrategias de cuidado entre nosotras la ciudadanía, un abrazo
En Guerrero y Michoacán la situación es más cruel y dramática, sería bueno nos compartieras tú experiencia en el consejo de Autoridades de Tecoanapa, Guerrero…