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enny Delgado es teóloga y psicóloga peruana con investigaciones en psicología de la religión. Es directora de Publica y convocante de Mujeres haciendo Teología en Abya Yala. Su aporte se enmarca en una perspectiva de teología mujerista y decolonial, arraigada en los procesos de identidad en Abya Yala. En entrevista con la revista CHRISTUS nos comparte cómo nació su necesidad de hacer una teología desde esta mirada.
Yenny Delgado precisa que «Abya Yala» significa «tierra en plena madurez y tierra en plena libertad», término que proviene del idioma guna. Este concepto fue utilizado por activistas, defensoras del territorio y teólogas nativas para referirse al continente americano. Hoy, desde la virtualidad, Mujeres haciendo Teología en Abya Yala, la comunidad creada por Yenny y otras teólogas, agrupa a decenas de mujeres que se organizan para tejer las memorias ancestrales y mejorar los procesos de participación de la mujer en la fe.
«Tuve primero una academia desde la psicología. Como cristiana siempre busqué prepararme y poder atender comunidades. Aunque era cristiana y líder, me di cuenta de que necesitaba una formación formal en teología, así que busqué capacitarme desde una perspectiva ecuménica», dice Yenny.
Durante su juventud Yenny se asombró al darse cuenta de que la mayoría de los líderes y pastores de su Iglesia eran hombres, pero, en contraparte, las bases de la Iglesia en su mayoría son mujeres.
«Por ejemplo, las hermanas, los miembros, son mayoría mujeres. Por otro lado, ver que nos encontramos en desventaja por no tener una educación formal teológica, ya sea de la tradición católica o desde la tradición protestante evangélica, nos lleva a no tener líderes mujeres preparadas porque se nos pide muchísimo. Además de tener las responsabilidades de la casa, la crianza y el cuidado de los y las hijas, así como trabajar para tener ingresos económicos, encima hay que servir en el templo. Y nosotras, para asumir un liderazgo en la Iglesia, debemos tomar cursos formales en un seminario para que así quizás sea posible que nos llamen teólogas».
En ese sentido, Yenny es consciente de que participar en la vida religiosa genera múltiples responsabilidades que muchas mujeres no pueden asumir, especialmente si están llevando una maternidad. Todo esto fue clave para ella cuando comenzó a pensar en una teología desde las mujeres.

Desde una teología mujerista y feminista comunitaria
La teología ha sido un espacio marcado por la mirada masculina. Han sido los hombres quienes han contado las historias de fe y aquellas experiencias que quedaron registradas en los libros que leemos y estudiamos. Son los autores consagrados de los libros religiosos y, además, quienes trascienden a santos. En cambio, las mujeres han transmitido las sabidurías ancestrales a través de generaciones, pero aún siguen siendo invisibilizadas.
Desde hace años ellas han comenzado a concebir en Abya Yala un pensamiento propio en el que se incluye una teología basada en la Madre Tierra y las raíces ancestrales, muchas veces invisibilizadas durante el proceso colonial del cual seguimos saliendo. Son las mujeres quienes transmiten las sabidurías de sus pueblos a sus hijas, nietas y nietos, asegurando que los saberes y ese conocimiento se preserve. La teología de Abya Yala recoge todo esto y lo reivindica.
«No somos mujeres europeas, africanas o asiáticas; somos mujeres de Abya Yala. Queremos encontrarnos y reflexionar desde nuestra tierra ancestral haciendo un proceso decolonial desde nuestras identidades, que por mucho tiempo se nos han negado. Somos Mujeres haciendo Teología en Abya Yala», dice Yenny.
Esta comunidad inició de manera online en 2020, durante un periodo de pandemia y limitaciones, con diversidad de voces de mujeres. En sus encuentros se han reunido mujeres de más de 25 países del continente, mostrando la necesidad de estos espacios en conjunto.
Yenny platica que con esmero asisten en línea mujeres desde el sur de Chile, del norte de Canadá o las islas del Caribe, y cuya afinidad surge de la necesidad del encuentro.
Las participantes se demuestran que no están solas y comparten su trabajo para que sea visible, aunque sea en pequeñas comunidades: ahí está la fuente de servicio y aprendizaje. Además de realizar labores de pastoral y teología, también se encuentran con otras mujeres para charlar sobre la cotidianidad de la vida como mujeres en resistencia.
«Lo que queríamos hacer era algo que todavía no se había dado [o por lo menos no de forma visible] en otras agrupaciones de mujeres; lo que faltaba era el trabajo intergeneracional comunitario y ecuménico. Tenemos hermanas católicas, monjas que viven en una comunidad; participan mujeres entregadas en vocación, mujeres criando hijos. Yo soy una de ellas, tengo que cuidar a mi pequeña, y hay cada una con sus diferentes momentos de la vida».
Para Mujeres haciendo Teología en Abya Yala «comunidad ecuménica e intergeneracional» significa ese espacio para dialogar la vida personal, al mismo tiempo que se van conociendo y creando conocimiento en conjunto, pues hay integrantes que son abuelas y también quienes son jóvenes seminaristas; hay mujeres que están abriéndose camino y escuchándose en un espacio sororo. En todas ellas el cuidado es una constante.
«El costo para hacer teología en comunidades de fe ha sido para muchas mujeres laicas haber renunciado a tener una familia o pareja, entonces ahí comenzamos a aprender también del cuidado personal, de la familia, de la gente cercana y de nuestros padres; si son mayores hay que cuidarlos, acompañarlos en este proceso como parte de los ciclos de la vida como seres humanos, y eso hay que entenderlo desde una mirada intergeneracional. Nos ayuda a ver que estamos en todos los ámbitos de la vida comunitaria», comenta Yenny.
En el registro ancestral que han logrado tener como agrupación encontraron que muchas de las tradiciones espirituales fueron borradas, olvidadas, lo que trajo consigo «una conversión de rupturas y de desaparecer en tiempos coloniales las sabidurías ancestrales espirituales», pues se les consideraba paganas debido a que la misión de la Iglesia era imponer y evangelizar de forma autoritaria, desdibujando el mensaje emancipador de Jesús.
«Se habla de cristianizar, de humanizar, de civilizar, pero [es fundamental] hacer un estudio de los pueblos originarios, de sus sabidurías y sus prácticas espirituales, que son compatibles con el cristianismo liberador, ese mensaje de liberación del Dios de la vida que habla del buen vivir, práctica que ha sido mantenida por los pueblos originarios y que nos sigue guiando».
Mujeres haciendo Teología en Abya Yala busca reflexionar sobre las prácticas que se han heredado desde antes del proceso colonizador y que se han mantenido en resistencia. «Es tiempo de que desde la teología se revalore la sabiduría ancestral y las prácticas espirituales de los pueblos originarios; así será posible tener un verdadero evangelio desde Abya Yala», enfatiza Yenny con entusiasmo.
Mujeres haciendo Teología en Abya Yala es la composición de una nueva mirada teológica; aquélla en la cual caben también los saberes y las prácticas ancestrales que suman al mensaje de Jesús, que camina junto con las personas, las mujeres y sus culturas. Un espacio creado por y para las mujeres y que apuesta por la memoria de los pueblos originarios.
2 respuestas
Muchas gracias por darme s conocer lo que se está realizando en sus grupos, me interesa mucho que pudiera platicarles sobre lo relacionado con el Acontecimiento Guadalupano que es un mensaje para todo el mundo
Muchas gracias por leer. Saludos.