
Hoy más que nunca, la humanidad clama y pide la paz. Es un grito que exige responsabilidad y razón, y no debe ser sofocado por el estruendo de las armas ni por las palabras retóricas que incitan al conflicto.

«La salvación se manifiesta en la gratitud del que ha sido sanado en lo profundo».

«La fe verdadera es la que se arraiga en la confianza activa y humilde»

A pesar de socializarse cada vez más, la palabra mística continúa siendo ajena para la mayoría de la gente, incluyendo las personas creyentes o religiosas.

«Alabemos al Señor, que viene a salvarnos».

«Que alaben al Señor todos sus siervos».

Si pudiéramos decir que cuando nos sentimos bien estamos consolados y cuando nos sentimos mal estamos desolados sería más sencillo.

La fe humana comienza con una experiencia de sobresalto ante una presencia distinta a la mía con la cual me puedo reconocer.

Mi historia con Pedro Claver se remonta al noviciado, cuando conocí su historia y el contexto en el que llegaban los esclavos desde el Continente Africano

«Me levantaré y volveré a mi Padre».