Cine por la formación para el discernimiento

En este mes de julio el Papa León XIV nos invita a orar con él por la formación para el discernimiento: “Oremos para que aprendamos cada vez más a discernir, saber elegir caminos de vida y rechazar todo lo que nos aleje de Cristo y del Evangelio”. A la luz de esta intención y del magisterio del Papa Francisco recomiendo estas películas que tienen que ver con el discernimiento, con la toma de decisiones y con elegir caminos de vida.

El castillo de cristal de Destin Daniel Cretton (EUA, 2017, 127 min.)

Jeannete es una joven que crece en una familia disfuncional integrada por su madre Rose, una pintora que aborrece la responsabilidad de criar a sus hijos. Rex, su padre, es alcohólico y distrae a sus hijos Lori, Brian y Jeannete para que, con su imaginación, ignoren la pobreza. Por una situación grave la familia tiene que dejar la ciudad y Jannette se ilusiona con los planes de su papá para construir la casa de sus sueños, un castillo de cristal. Esta es una película biográfica que relata la dura juventud de la escritora Jeannete Walls. Reflexionemos y comentemos estas palabras que el Papa Francisco dirigió a los jóvenes: “En los jóvenes también están los golpes, los fracasos, los recuerdos tristes clavados en el alma. Muchas veces ‘son las heridas de las derrotas de la propia historia, de los deseos frustrados, de las discriminaciones e injusticias sufridas, del no haberse sentido amados o reconocidos’. […] Jesús se hace presente en esas cruces de los jóvenes, para ofrecerles su amistad, su alivio, su compañía sanadora, y la Iglesia quiere ser un instrumento en este camino hacia la restauración interior y la paz del corazón” (Christus vivit, 83).

Días perfectos de Wim Wenders (Japón, 2023, 119 min.)

Esta película nos cuenta la historia de Hirayama, un hombre que trabaja como limpiador de baños públicos en Tokio y encuentra belleza, sentido y realización en lo que hace en su día a día. Acompañemos a Hirayama en su vida ordinaria y veamos cómo se despierta, qué música escucha, cómo se relaciona con las demás personas, qué libros lee y, finalmente, que espíritu lo anima a elegir ese estilo de vida. Reflexionemos y comentemos esta invitación que hizo el Papa Francisco a los jóvenes: “Invoca cada día al Espíritu Santo, para que renueve constantemente en ti la experiencia del gran anuncio. ¿Por qué no? No te pierdes nada y Él puede cambiar tu vida, puede iluminarla y darle un rumbo mejor. No te mutila, no te quita nada, sino que te ayuda a encontrar lo que necesitas de la mejor manera. ¿Necesitas amor? No lo encontrarás en el desenfreno, usando a los demás, poseyendo a otros o dominándolos. Lo hallarás de una manera que verdaderamente te hará feliz ¿Buscas intensidad? No la vivirás acumulando objetos, gastando dinero, corriendo desesperado detrás de cosas de este mundo. Llegará de una forma mucho más bella y satisfactoria si te dejas impulsar por el Espíritu Santo” (Christus vivit, 131).

Hasta el último hombre de Mel Gibson (EUA, 2016, 131 min.)

Esta película cuanta la historia de Desmond Doss, un joven médico militar que participó en la sangrienta batalla de Okinawa durante la Segunda Guerra Mundial. Doss quería servir a su país, pero desde pequeño se había hecho a sí mismo la promesa de no coger jamás ninguna arma. En aquella batalla salvó alrededor de 75 soldados de infantería heridos encima del acantilado de Maeda. Doss se convirtió en el primer objetor de conciencia en la historia de Estados Unidos en recibir la Medalla de Honor del Congreso. A la luz de esta historia que abona a la cultura de la no violencia reflexionemos y comentemos estas palabras del papa Francisco: “El mundo está lacerado por las guerras y la violencia, o herido por un difuso individualismo que divide a los seres humanos y los enfrenta unos contra otros en pos del propio bienestar. […] A los cristianos de todas las comunidades del mundo, quiero pediros especialmente un testimonio de comunión fraterna que se vuelva atractivo y resplandeciente. Que todos puedan admirar cómo os cuidáis unos a otros, cómo os dais aliento mutuamente y cómo os acompañáis: ‘En esto reconocerán que sois mis discípulos, en el amor que os tengáis unos a otros’ (Jn 13, 35)” (Fratelli tutti, 99).

De hombres y de dioses de Xavier Beauvois, Francia, 2010, 120 min.)

Ganadora del Gran Premio del Jurado y el Premio del Jurado Ecuménico del Festival de Cannes de 2010, esta película nos introduce en la vida de unos monjes cistercienses en Argelia durante la guerra civil que azotó el país entre 1991 y 2002. Con un guion basado en hechos reales, Beauvois nos lleva al corazón de ocho monjes que, después de muchos años de rezar, sembrar la tierra y apoyar al pueblo con algunos proyectos para hacerle frente a la enfermedad y la pobreza, tienen que decidir si abandonan el monasterio ante la crecida violencia o se quedan ahí dando su vida hasta las últimas consecuencias. Reflexionemos y comentemos esto que nos dice el Papa Francisco: “Felices los que trabajan por la paz, porque ellos serán llamados hijos de Dios. Esta bienaventuranza nos hace pensar en las numerosas situaciones de guerra que se repiten. […] Los pacíficos son fuente de paz, construyen paz y amistad social. A esos que se ocupan de sembrar paz en todas partes, Jesús les hace una promesa hermosa: «Ellos serán llamados hijos de Dios» (Mt 5,9). […] La Palabra de Dios exhorta a cada creyente para que busque la paz junto con todos (cf. 2 Tm 2,22), porque «el fruto de la justicia se siembra en la paz para quienes trabajan por la paz»” (St 3,18). (Gaudete et exsultate, 87-88).

Sergio Guzmán, S.J.

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