Evangelio del domingo 31 de marzo

«Éste es el día del triunfo del Señor. Aleluya»

MARZO

Domingo 31

  • Hech 10, 34. 37–43
  • Sal 117
  • 1 Cor 5, 6–8 
  • Jn 20, 1–9 o Mc 16, 1–7 
  • Lc 24, 13–35 

§ La primera lectura de Hechos de los Apóstoles sintetiza la obra de Jesús desde su bautizo hasta la Resurrección. Es la vida de un hombre que se pasó haciendo el bien al pueblo y fue condenado para el perdón de nuestros pecados. Pero este relato enfatiza en la misión del cristiano de predicar y dar testimonio ante el pueblo.

§ En la primera de Corintios, los hombres y mujeres que siguen al Señor han de despojarse de la malicia y la inmoralidad; es el camino que manifiesta la conversión. Aquéllos que desean seguir al Maestro han de procurar la autenticidad y la verdad en su vida, porque el cristiano no necesita añadidos que lo alejen de reconocer en su vida la acción de Dios.

§ Los tres relatos que nos presentan los evangelios de Marcos, Lucas y Juan enfatizan la experiencia de encuentro con el Señor después de su muerte. Los seguidores de Jesús que lo buscan en la tumba no pueden creer, del asombro, cuando se les anuncia que ha resucitado su Maestro. La ausencia del cuerpo del Maestro suscita el ejercicio de la memoria, en ella las palabras y los gestos adquieren el sentido de Resurrección. Dios se revela a los que adquieren esa nueva sensibilidad que hace pasar de la tristeza a la esperanza.

Los testimonios de Resurrección son oportunidad para leer nuestra labor en el mundo y buscar las señales de que ésta se está dando hoy en nuestra realidad. Que podamos contemplar los signos donde el Señor nos devuelve la esperanza.

Ilustración: ©Tzitzi Santillán
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