
El Taller Sinodal es una invitación del Instituto Argentino del Pensamiento Social de la Iglesia, a través de la Red Laical Latinoamericana.

En las siguientes líneas propongo un acercamiento a esta cuarta encíclica del Santo Padre, guiado por la pregunta de si acaso no estamos ante el testamento místico de Francisco.

La encíclica va sobre el corazón de Jesús y el desafío que Francisco lanza a toda la Iglesia –porque sí, quizá su repercusión será más ad intra– es vivir con corazón en una realidad que parece haber olvidado la capacidad de compadecerse en las lágrimas de quien todo lo pierde por el ídolo ególatra de la autoafirmación.

El Corazón de Cristo es éxtasis, es salida, es donación, es encuentro. En él nos volvemos capaces de relacionarnos de un modo sano y feliz, y de construir en este mundo el Reino de amor y de justicia. Nuestro corazón unido al de Cristo es capaz de este milagro social.

En este mes de octubre el papa Francisco nos invita a orar por una misión compartida en la Iglesia: “Oremos para que la Iglesia siga apoyando por todos los medios un estilo de vida sinodal, bajo el signo de la corresponsabilidad».

¿Es posible realizar una entrevista a un personaje único, en una condición excepcional, sobre un tema sensible y de interés público, sin perder los matices del personaje? El escritor Javier Martínez–Brocal, autor de Papa Francisco. El sucesor.

«¡Cristo vive y quiere que ustedes vivan! Ésta es una certeza que siempre colma de alegría mi corazón y que me impulsa ahora a escribirles este mensaje, al cumplirse cinco años de la publicación de la Exhortación apostólica Christus vivit.

En tiempos de debate intenso sobre la reforma del Poder Judicial, revisar el pensamiento jurídico de Francisco, el papa jesuita, nos brinda un referente sólido para orientarnos en la turbulencia.

La inteligencia artificial se origina precisamente a partir del uso del potencial creativo que Dios nos ha dado.

Hoy en el mundo hay mucha discordia, mucha división. Estamos todos conectados y, sin embargo, nos encontramos desconectados entre nosotros, anestesiados por la indiferencia y oprimidos por la soledad…