Cine por una misión compartida

En este mes de octubre el papa Francisco nos invita a orar por una misión compartida en la Iglesia: “Oremos para que la Iglesia siga apoyando por todos los medios un estilo de vida sinodal, bajo el signo de la corresponsabilidad, promoviendo la participación, la comunión y la misión compartida entre sacerdotes, religiosos y laicos”. A la luz de esta intención y siguiendo la Exhortación Apostólica Evangelii Gaudium del papa Francisco, recomiendo estas películas para comentar y analizar en nuestras comunidades.

Las llaves del Reino de John M. Stahl (E.U., 1944, 137 min.)

Esta película es un clásico del género religioso protagonizada por Gregory Peck que nos presenta con respeto y emotividad la vida de un sacerdote católico entregado a la misión, humilde, abierto, con buen humor y gran corazón. La película derrocha misericordia, solidaridad, fraternidad y caridad creativa. Consideremos y comentemos estas palabras del papa Francisco que nos dice en su exhortación sobre el anuncio del Evangelio: “La intimidad de la Iglesia con Jesús es una intimidad itinerante, y la comunión ‘esencialmente se configura como comunión misionera’. Fiel al modelo del Maestro, es vital que hoy la Iglesia salga a anunciar el Evangelio a todos, en todos los lugares, en todas las ocasiones, sin demoras, sin asco y sin miedo. La alegría del Evangelio es para todo el pueblo, no puede excluir a nadie.Así se lo anuncia el ángel a los pastores de Belén: ‘No temáis, porque os traigo una Buena Noticia, una gran alegría para todo el pueblo’ (Lc 2,10). El Apocalipsis se refiere a ‘una Buena Noticia, la eterna, la que él debía anunciar a los habitantes de la tierra, a toda nación, familia, lengua y pueblo’ (Ap 14,6)” (Evangelii Gaudium, 23). Oremos con el Papa para que la Iglesia siga apoyando un estilo de vida sinodal y la alegría del Evangelio sea para todo el pueblo, sin excluir a nadie.

Bichos, una aventura en miniatura de John Lasseter, Andrew Stanton (EUA, 1998, 95 min.)

Bichos es una película de animación que tiene que ver con la misión y la salvación. Prácticamente toda la historia se desarrolla a ras del suelo o bajo la tierra: ahí donde viven y trabajan las hormigas. Entre éstas se destaca Flik, una hormiga macho que cuestiona que se la pasen trabajando para pagar el tributo a los saltamontes y sale a buscar a unos valientes guerreros que los puedan defender. Vemos como Flik, junto con otros, va descubriendo su misión para salvar a la colonia. Reflexionemos y comentemos estas palabras del papa Francisco: “la tarea evangelizadora se mueve entre los límites del lenguaje y de las circunstancias. Procura siempre comunicar mejor la verdad del Evangelio en un contexto determinado, sin renunciar a la verdad, al bien y a la luz que pueda aportar cuando la perfección no es posible. Un corazón misionero sabe de esos límites y se hace «débil con los débiles […] todo para todos» (1 Co 9,22). […] Sabe que él mismo tiene que crecer en la comprensión del Evangelio y en el discernimiento de los senderos del Espíritu, y entonces no renuncia al bien posible, aunque corra el riesgo de mancharse con el barro del camino” (Evangelii Gaudium, 45). Oremos con el Papa para que la Iglesia siga promoviendo la participación, la comunión y la misión compartida.

La lista de Schindler de Steven Spielberg (EUA, 1993, 195 min.)

Esta película cuenta la historia de Oskar Schindler (Liam Neeson, excelente), un empresario alemán que salvó de morir en el Holocausto a más de mil judíos polacos durante la Segunda Guerra Mundial empleándolos como trabajadores en sus fábricas. Esta película, ganadora de siete premios Óscar, nos recuerda lo que dice el Talmud: “Quien salva una vida, salva al mundo entero”. A la luz de esta emotiva y ejemplar historia reflexionemos lo que nos dice el papa Francisco: “Nadie se salva solo, esto es, ni como individuo aislado ni por sus propias fuerzas. Dios nos atrae teniendo en cuenta la compleja trama de relaciones interpersonales que supone la vida en una comunidad humana.  […] San Pablo afirma que en el Pueblo de Dios, en la Iglesia, ‘no hay ni judío ni griego  […] porque todos vosotros sois uno en Cristo Jesús’ (Ga 3,28). Me gustaría decir a aquellos que se sienten lejos de Dios y de la Iglesia, a los que son temerosos o a los indiferentes: ¡El Señor también te llama a ser parte de su pueblo y lo hace con gran respeto y amor!” (Evangelii Gaudium, 113). Oremos con el Papa para que, bajo el signo de la corresponsabilidad, se busqué la salvación y comunión de todo el pueblo.

El Gran Showman (The Greatest Showman) de Michael Gracey (EUA, 2017, 105 min.)

 “Usted nos sacó de las sombras, nos ha convertido en una familia de verdad”, le dice Lettie Lutz, una mujer de dulce voz y abundante barba a PT Barnum, el Gran Showman, un empresario y artista circense del siglo XIX. Toda la película es un canto a la vida, a los sueños que nos mantienen despiertos, a la luz y la esperanza que todo ser humano necesita para salir de las sombras y celebrar la vida. Este musical es un canto a la inclusión, una invitación a no sólo tolerar sino amar, acoger y celebrar lo diferente; una propuesta para que ninguna voz se apague y nadie se quede afuera del gran espectáculo de la vida. Reflexionemos y comentemos estas palabras del papa Francisco: “Es indispensable prestar atención para estar cerca de nuevas formas de pobreza y fragilidad donde estamos llamados a reconocer a Cristo sufriente, aunque eso aparentemente no nos aporte beneficios tangibles e inmediatos: los sin techo, los toxicodependientes, los refugiados, los pueblos indígenas, los ancianos cada vez más solos y abandonados, etc.” (Evangelii Gaudium, 210). Oremos con el Papa para que la Iglesia siga apoyando por todos los medios un estilo de vida sinodal y atendamos las nuevas formas de pobreza y fragilidad.

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