
Entre habitar la angosta brecha de un agobiante cambio radical o construir el andamiaje de una certeza que trasciende, el pontífice argentino ha optado por lo segundo y ha capitaneado la reconstrucción de esa barca que debe seguir a flote ante las tormentas que le sorprendan.

En este nuevo aniversario de la elección de Jorge Mario Bergoglio para liderar a la Iglesia Católica, no son pocos quienes, fuera y dentro del catolicismo, se toman la cabeza pensando con desagrado o desilusión en lo que vino luego: el pontificado de Francisco, legítimo sucesor de San Pedro.

A doce años del inicio de su pontificado, siete jesuitas reflexionan sobre el impacto del papa Francisco en su camino personal como seguidores de Jesús, compartiendo cómo su liderazgo ha inspirado y transformado su vocación de fe.

¿Queda, todavía, credibilidad en la Iglesia? Me parece que todas las respuestas posibles encuentran lugar ante la pregunta; en los extremos encontraríamos un sí y también un no. ¿Por qué sí y por qué no?

A doce años del inicio de su pontificado, siete jesuitas reflexionan sobre el impacto del papa Francisco en su camino personal como seguidores de Jesús, compartiendo cómo su liderazgo ha inspirado y transformado su vocación de fe.

Queridos hermanos y hermanas: Con el signo penitencial de las cenizas en la cabeza, iniciamos

Llevo doce años escuchando y mirando tu forma de dirigir la Barca de Pedro, y te quiero decir por qué me has incomodado.

La relación de Hollywood con la Iglesia Católica es particular. Sus películas de terror están generalmente plagadas de imaginería católica.

El itinerario de la esclavitud a la libertad que el Pueblo de Israel recorrió, tal y como lo narra el libro del Éxodo, nos invita a mirar la realidad de nuestro tiempo, tan claramente marcada por el fenómeno de la migración, como un momento decisivo de la Historia para reafirmar no sólo nuestra fe en un Dios siempre cercano.

En este mes de febrero el papa Francisco nos invita a orar con él por las vocaciones a la vida sacerdotal y religiosa.