El proceso de sinodalidad en las juventudes ignacianas de México ejemplifica una democracia deliberativa que nace del corazón y contribuye a la renovación de la Iglesia.
La joven ciudadanía debe recordar que el aprecio por las elecciones es central. Y que perder trae más lecciones que las propias victorias.
El mini pódcast Tejiendo sueños busca explorar las inquietudes y anhelos de las juventudes ignacianas a través de breves entrevistas con jóvenes que, desde su fe, trabajan para materializar sus sueños.
«Los jóvenes son el presente, no el futuro», dijo el papa Francisco en la Jornada Mundial de la Juventud en 2024. La frase cambió mi perspectiva de lo que un joven es para mí.
No soy una persona sencilla. Dudo que alguien lo sea. Soy la gota que derrama el vaso y el vaso que se derrama; soy similar a un nudo terco que no se deja desenredar.
Un acompañante no debe sentirse como un profesor, sino como un amigo, que no intimide a los jóvenes para participar, sino que los anime; sabiendo que se verán recompensados al poder escuchar otros puntos de vista y expresar el propio.
Vivimos en un mundo de cambios que nos exponen a fronteras y riesgos que inhiben la toma de acción. Esos cambios nos enfrentan a crisis de sentido, imponiendo retos únicos y complejos a todas y todos, pero especialmente a las generaciones jóvenes, de las que siempre esperamos todo: «Ustedes son el futuro», solemos decirles sin importar la carga que ello implica. ¿Qué deseos, dolores y esperanzas envuelven a las juventudes de hoy?
Este Cuaderno lo consideramos especial, pues conllevó un trabajo colegiado y colaborativo, durante varios meses, entre el equipo editorial de CHRISTUS y seis expertos en formación de jóvenes, que proponen modos de hacer y mirar la realidad de las juventudes desde la esperanza, la comunidad y el dinamismo del Espíritu.
En este texto, en primer lugar, propongo una serie de reflexiones que ayuden a recuperar el valor espiritual de esta experiencia y, en segundo, presento algunas claves que, para mí, han sido de ayuda en el acompañamiento a jóvenes, desde la noción y el valor de la amistad espiritual.
Hace un par de años tuve la oportunidad de acompañar a un grupo de jóvenes en la experiencia del mochilazo jesuita, una actividad que promovemos en el equipo de Vocaciones Jesuitas México y que trata de caminar entre ocho y diez días por varias comunidades de alguna de nuestras misiones indígenas.