En este mes de enero el papa Francisco nos invita a orar con él por el derecho a la educación: «Oremos para que migrantes, refugiados y afectados por las guerras vean siempre respetado su derecho a la educación, necesaria para construir un mundo mejor». A la luz de esta intención y del magisterio del papa Francisco recomiendo estas películas para comentar y analizar en nuestras comunidades.
La clase de Laurent Cantet (Francia, 2008, 128 min.)
Esta película, ganadora de la Palma de Oro en el Festival de Cannes, nos cuenta la historia de Francois, profesor de lengua francesa en una aula donde se mezclan estudiantes de procedencia, cultura y actitudes muy diferentes. Al principio los alumnos se toman la escuela y las clases como broma pero, poco a poco, gracias a la empatía y dinámica con la que el profesor lleva la clase y se interesa por los muchachos, veremos sorprendentes cambios. Sobre el papel de los educadores el papa Francisco nos dice: «Quiero destacar la solidaridad, que como virtud moral y actitud social, fruto de la conversión personal, exige el compromiso de todos aquellos que tienen responsabilidades educativas y formativas. […] Los educadores y los formadores que, en la escuela o en los diferentes centros de asociación infantil o juvenil, tienen la ardua tarea de educar a los niños y jóvenes, están llamados a tomar conciencia de que su responsabilidad tiene que ver con las dimensiones morales, espirituales y sociales de la persona. Los valores de la libertad, del respeto recíproco y de la solidaridad se transmiten desde la más tierna infancia» (Fratelli tutti, 114). Oremos con el papa para que migrantes y refugiados tengan acceso a la educación y a buenos maestros como Francois.
El último vagón de Ernesto Contreras (México, 2023, 95 min.)
Esta conmovedora película cuenta la historia de la maestra Georgina (Adriana Barraza, estupenda) que da clases en una escuela vagón en un pueblo marginado. Entre sus alumnos destaca Ikal (Kaarlo Isaacs), un niño que vive en un vagón con su mamá y su papá, que trabaja en la construcción de las vías del ferrocarril y por tanto no tiene una residencia fija. La película tiene que ver con la infancia, la pobreza, la migración, los sueños y la educación. Reflexionemos y comentemos estas palabras del Papa Francisco: «Cuando el prójimo es una persona migrante se agregan desafíos complejos. Es verdad que lo ideal sería evitar las migraciones innecesarias y para ello el camino es crear en los países de origen la posibilidad efectiva de vivir y de crecer con dignidad, de manera que se puedan encontrar allí mismo las condiciones para el propio desarrollo integral. Pero mientras no haya serios avances en esta línea, nos corresponde respetar el derecho de todo ser humano de encontrar un lugar donde pueda no solamente satisfacer sus necesidades básicas y las de su familia, sino también realizarse integralmente como persona. Nuestros esfuerzos ante las personas migrantes que llegan pueden resumirse en cuatro verbos: acoger, proteger, promover e integrar» (Fratelli tutti 129). Oremos con el Papa para que los niños migrantes tengan derecho a la educación y puedan ayudar en la construcción de un mundo mejor.
Escritores de la libertad de Richard LaGravenese (EUA, 2007, 123 min.)
Gruwell (Hilary Swank) es una joven profesora recién licenciada que empieza a dar clases de lengua en un instituto de Long Beach, California. Sus alumnos viven en barrios marginales donde se percibe la pobreza, la desintegración familiar y la violencia de las bandas. Después de un mal comienzo, descubre cómo ganarse su respeto y confianza y cómo ayudarles a cambiar: les habla de Ana Frank y de otros adolescentes, menos afortunados que ellos, que vivieron grandes tragedias y escribieron sobre ellas. Reflexionemos estas palabras del papa Francisco sobre los jóvenes y la migración: «¿Cómo no recordar a tantos jóvenes afectados por las migraciones? Los fenómenos migratorios ‘no representan una emergencia transitoria, sino que son estructurales. Las migraciones pueden tener lugar dentro del mismo país o bien entre países distintos. La preocupación de la Iglesia atañe en particuar a aquellos que huyen de la guerra, de la violencia, de la persecución política o religiosa, de los desastres naturales -debidos entre otras cosas a los cambios climáticos- y de la pobreza extrema: muchos de ellos son jóvenes. En general, buscan oportunidades para ellos y sus familias. Sueñan con un futuro mejor y desean las condiciones para que se haga realidad’ ». (Christus vivit. 91). Oremos con el papa por los jóvenes migrantes que sueñan y trabajan por un mundo mejor.
McFarland: Sin límites (McFarland, USA) de Niki Caro (EUA, 2015, 124 min)
Jim White, entrenador del equipo de fútbol americano de una escuela secundaria de Biose, Idaho, es depedido y debe aceptar un trabajo en un centro escolar de McFarland, una pequeña ciudad California habitada sobre todo por inmigrantes hispanos. Allí se hará cargo de un grupo de jóvenes atletas, a los que introducirá en la especialidad de las carreras de campo traviesa. Compartamos el mensaje que nos ha dejado la película y consideremos lo que nos dice el papa Francisco sobre los jóvenes, la migración y la papel de la Iglesia ante esta realidad: «Los jóvenes que emigran tienen que separarse de su propio contexto de origen y con frecuencia viven un desarraigo cultural y religioso. […] La Iglesia tiene un papel importante como referencia para los jóvenes de estas familias rotas. Sin embargo, las historias de los migrantes también son historias de encuentro entre personas y entre culturas: para las comunidades y las sociedades a las que llegan son una oportunidad de enriquecimiento y de desarrollo humano integral de todos. Las iniciativas de acogida que hacen referencia a la Iglesia tienen un rol importante desde este punto de vista, y pueden revitalizar a las comunidades capaces de realizarlas» (Christus vivit n. 93). Oremos con el Papa por los migrantes, para que sea bien acogidos en las comunidades a las que llegan y gocen de su derecho a la educación.