«Todo fue hecho por medio de él y para él»
NOVIEMBRE
Domingo 20
Fiesta de Cristo Rey
- 2Sam 5, 1-3
- Sal 122(121)
- Col 1, 12-20
- Lc 23, 35-431
«Rey de los judíos» rezaba, como una burla, el letrero sobre la cruz. Era verdad. El que ahí estaba era rey en un pueblo que se definía no por su tierra o por su dominio, sino por la esperanza de que todo fuera un día reunido y convertido en amor. El que estaba en la cruz así había vivido. Honrando esa esperanza había caminado su país, había hablado a las personas y les había contado y hecho sentir la presencia del reinado de ese amor. Todavía en la cruz lo seguía haciendo, prometiendo el paraíso a quien también quería compartir su vida y su proyecto, tal vez después de una vida muy contraria a esto. En él podemos ver entonces al rey que podemos dejar reinar en nuestra vida y en nuestra historia, el que puede mostrarnos lo que todavía es posible si dejamos que nuestra vida, como la suya, sea una oferta de reconciliación y de paz.
§ En la cruz, contemplamos a quien se ha consagrado plenamente por el reinado de la reconciliación y de la paz. Es el rey que está completamente dedicado a su manera de reinar, sin dejarse sobornar por la violencia y el abuso de otros reyes.
§ Podemos entonces sentir en su reinado la soberanía absoluta, que nace de la libertad de un hombre que ha convertido al amor en su único mandato y que nos ofrece compartir también, aun cuando antes nos hemos extraviado, esa libertad.
§ Agradezcamos a Dios la libertad que así nos da, y pidámosle la gracia de compartirla y vivirla todos los días de nuestra vida. Que como él, aprendamos a vivir en fidelidad al Padre, de donde viene toda justicia, reconciliación y paz.