“Las dictaduras odian siempre la inteligencia crítica, racional y humanista”: José María Tojeira, S.J.

El padre José María Tojeira estuvo a pocos metros de los asesinatos de ocho personas, entre ellas seis sacerdotes jesuitas, en la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas (UCA) de El Salvador. Ocurrió en el año 1989 mientras el pequeño país centroamericano atravesaba una guerra civil. Los sacerdotes promovieron una solución pacífica para el cese del conflicto entre el gobierno y el movimiento guerrillero de izquierda, Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN). Y esto fue lo que irritó a los poderes político y militar de la época, los cuales consumaron su venganza.

Fue una masacre que marcó para siempre a la universidad. Desde entonces, Tojeira lideró la búsqueda de justicia que dio como resultado una sentencia histórica en 2020: los magistrados concluyeron que los ochos asesinatos fueron “urdidos, planeados, acordados y ordenados por los miembros del alto mando de las Fuerzas Armadas”. El excoronel Inocente Orlando Montano fue condenado a 133 años y tres meses de cárcel. Desde entonces, han sido acusadas al menos 13 personas, entre ellas diez exjefes militares, por la masacre de la UCA. 

Tojeira, nacido en España en 1947, llegó a El Salvador en 1985 después de vivir durante 16 años en Honduras. Entre 1988 y 1995, fue provincial (superior) de los jesuitas en Centroamérica. Asumió el cargo de rector de la UCA de El Salvador en 1997 y dejó el cargo en 2010. Se le recuerda como uno de los rectores que mantuvo la proyección social de la universidad. 

Una de sus últimas labores fue como director del Instituto de Derechos Humanos de la UCA (Idhuca) entre 2016 y 2020. A sus 76 años de edad sigue siendo un observador de la realidad social de El Salvador y de la región centroamericana. En esta entrevista con DIVERGENTES habla sobre la confiscación a la UCA de Nicaragua y la embestida del régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo en contra de la Compañía de Jesús. 

Tojeira aclara que no se pronuncia en nombre de la Compañía de Jesús, sino como un jesuita de base “preocupado por la situación centroamericana”. 

¿Cómo está tomando la Compañía de Jesús la confiscación e incautación de sus bienes que anunció la UCA de Nicaragua?
La Compañía de Jesús en Centroamérica ha sacado ya un pronunciamiento condenando el hecho y solicitando que se reviertan las medidas y se dé libertad de trabajo a la Universidad. Entre los jesuitas hay indignación y solidaridad con los compañeros nicaragüenses.

¿Cuál es el mensaje desde la Compañía de Jesús a los estudiantes y docentes que se quedaron sin universidad?
Entiendo que se les pide resistencia y esperanza, que son también actitudes de los propios jesuitas.

¿Qué significa que este cierre lo haya hecho un Gobierno (el de Daniel Ortega y Rosario Murillo) que se proclama de izquierda y con algunos lazos con la UCA desde los años 80?
Lo que fue un Gobierno democrático y de izquierda es ahora una dictadura autoritaria con un lenguaje populista supuestamente de izquierda. Los lazos con la UCA y con jesuitas que colaboraron en sus comienzos con los sandinistas, como Fernando Cardenal, hace ya tiempo que se han roto, precisamente por la deriva autoritaria, corrupta y demagógica del régimen Ortega-Murillo.

La UCA era una de las mejores universidades de Nicaragua. Con este cierre, ¿cuál considera que será el impacto en la sociedad nicaragüense?
Las dictaduras odian siempre la inteligencia crítica, racional y humanista, sea llevada a cabo desde el pensamiento cristiano o desde el pensamiento laico. El impacto es sin lugar a dudas de un fuerte deterioro y empobrecimiento cultural. El mejor archivo histórico de Nicaragua está en la UCA. Si se consumara el robo de las propiedades de la UCA, estos ignorantes del gobierno entrarían en el archivo como tacuazín (zarigüeya) en gallinero.

¿Existen antecedentes como este con los recintos de la UCA en El Salvador o Guatemala?
Expropiación y congelamiento de cuentas no. Como saben en la UCA de El Salvador mataron a seis jesuitas y dos colaboradoras.

Tenemos información de que también se perfila una embestida en contra de colegios de la Compañía de Jesús (Centroamérica y Loyola), ¿sabe algo de esto, y de los jesuitas que huyeron en junio y en las últimas semanas debido a esta persecución?
Entiendo que de momento solamente a un jesuita nicaragüense no le permitieron regresar a Nicaragua y otro, también nica, ha salido de Nicaragua por dificultades en su trabajo pastoral. El resto permanecen en Nicaragua y no tienen intención de irse ni la Compañía quiere sacarlos.

La Compañía de Jesús ha sido perseguida por algunos regímenes. ¿Cree que con estas medidas desaparezca de Nicaragua?
No sería la primera vez que nos expulsan de un país. Pero en América Latina los gobiernos que expulsan religiosos acaban siendo también expulsados de sus puestos y poderes. Y los religiosos vuelven.

¿Cómo valora el trabajo de la Compañía de Jesús en Nicaragua?
Creo que es un trabajo serio desde el punto de vista religioso y social.

¿Cuál cree usted que es la incidencia de la Compañía de Jesús en Centroamérica?
Tratamos de educar en la conciencia crítica, en los ideales evangélicos y simultáneamente de acompañar solidariamente a las mayorías pobres y vulnerables en sus problemas. Si lo hacemos bien o no tanto es la gente la que tiene que decirlo.

Desde la crisis en Nicaragua en 2018, la UCA y sus miembros han sido acosados por el régimen de Ortega y Murillo, hasta concretarse la confiscación de la universidad, ¿qué medidas tomará la Compañía de Jesús para proteger a sus miembros en este país?
Los jesuitas están protegidos por su honradez y su servicio a la gente. También mucha gente solidaria los defiende a nivel internacional. No sé qué otra protección puedan necesitar a parte de las oraciones que muchos hacemos por ellos.

Tomando en cuenta que el Papa Francisco viene de esta orden y ha criticado abiertamente a los Ortega-Murillo, comparándolos incluso con la dictadura hitleriana, ¿considera que esto puede ser una venganza en contra de la Compañía de Jesús?
No creo que esa sea la razón. La persecución contra la Compañía de Jesús se debe a su libertad y al respaldo dado a la vida y derechos de los nicaragüenses.


Esta entrevista se publicó en originalemente en Divergentes, que otorgó permiso de reproducción.

Imagen de portada: CPAL.

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