«Muy a tu alcance, en tu boca y en tu corazón, se encuentra la salvación».
Marzo
- Dt 26, 4–10
- Rom 10,8–13
- Lc 4,1–13
§ El libro de Deuteronomio nos anima, oportunamente en tiempo de cuaresma, a recorrer un camino de preparación a nuestro diálogo con el Señor. Propone reconocer lo cosechado como don de Dios para caer en cuenta de que el destino de nuestros bienes es el de compartir con los demás. Nos invita a proclamar que estando vulnerables se hace más evidente su presencia entre nosotros y se aclara cómo quiere que nos relacionemos. Finalmente, nos invita, con el corazón lleno de gratitud, a alabarlo por la bondad con que sale a nuestro encuentro.
§ San Pablo nos anima a descubrir que el Señor está a nuestro alcance. Basta disponernos a encontrarlo. Se trata de un camino de disposición en el que nuestro corazón será la guía.
§ Lucas nos presenta a Jesús recorriendo voluntariamente este camino de encuentro en silencio, accesible a todos. Nos invita a confiar y poner en Él nuestros ojos para enfrentar las tentaciones que se manifiesten ahí. Muestra que la finalidad es vencernos a nosotros mismos para volver a nuestra misión fortalecidos con un corazón abierto a la misericordia de Dios.
Dispón nuestro corazón, Señor, para vivir el silencio que dispusiste a nuestro alcance para renovarnos con tu misericordia. Ayúdanos a que nuestra mirada no se aparte de ti en este camino de preparación que nos ofrece la cuaresma.
