«Señor, ten misericordia de nosotros»
MARZO
Domingo 5
Segundo de Cuaresma
- Gén 12, 1-4
- Sal 32
- 2 Tim 1, 8-10
- Mt 17, 1-9
§ El texto del Génesis nos presenta la llamada que hace el Señor a Abraham. En ésta encontramos la invitación que le hace para salir de su tierra, a cambiar para ver mejor la voluntad divina, además de la contundencia de la bendición que le otorga
y que le constituye a él mismo en bendición para los demás. Vemos también la decisión de Abraham para seguir la invitación del Señor.
§ En la segunda carta de Pablo a Timoteo, este le exhorta a la fidelidad en medio de la dificultad del llamado. Toda vocación, cuando está ordenada en el Señor, tiene dificultades. El mundo actual suele buscar la comodidad y satanizar el esfuerzo y la dificultad. Pablo nos invita aquí a abrazar aquello que emerge como consecuencias aparentemente negativas de seguir coherentemente el llamado. No se trata de aguantar sufrimiento de modo masoquista, sino de reconocer la fuente de vida que emana del Señor y que ordena el modo en que nos enfrentamos a las dificultades.
§ En el pasaje de Mateo sobre la Resurrección vemos que más que ser un momento en donde Jesús se distancia de la realidad para mostrarse en su condición sagrada y distante, a lo que realmente nos lleva es a identificar la manera en la que reviste a toda la realidad, a toda la historia de su sacralidad. Después de la Encarnación de Dios en Jesús, no puede haber nada desechable, porque toda la realidad está unida y empapada de Dios.
Este domingo las lecturas nos ofrecen un itinerario maravilloso; se trata de escuchar un llamado a salir de nuestras zonas de confort para ser bendición para los demás, aun cuando eso nos traiga dificultades y tengamos una y otra vez que volver a la fuente. Sólo cuando tenemos ese coraje, podemos ver el modo en que Dios habita en todas las cosas y todas en él. Que tengamos el coraje y la apertura para salir de nuestras comodidades para convertirnos en bendición de Dios para los demás.
