«Bendito seas, Señor, por siempre»
JUNIO
Domingo 4
La Santísima Trinidad
- Ex 34, 4b-6, 8–9
- Dt 3
- 2 Cor 13, 11–13
- Jn 3, 16–18
§ En esta lectura del Éxodo vemos al Dios que se manifiesta a Moisés como el Señor compasivo, clemente, paciente, misericordioso y fiel. En esta revelación se nos muestra al Dios que permanece con su pueblo a pesar de sus infidelidades y los va guiando en medio de su camino para que crezcan.
§ En el fragmento de la segunda Carta a los Corintios encontramos la exhortación de Pablo a permanecer juntos, viviendo en paz y armonía. Además de desear a la comunidad que esta vida venga de los dones de Dios trino y uno. «La gracia de nuestro Señor Jesucristo, el amor del Padre y la comunión del Espíritu Santo estén siempre con ustedes». Esta fórmula en la que se desea una vida de paz y armonía es fruto de Dios, que invita a una comunidad de amor.
§ En el Evangelio de Juan se nos presenta cómo el Padre envía al Hijo para bien de la humanidad, para hacer redención del género humano y que en el seguimiento de su Hijo encontremos salvación
En la festividad de la Santísima Trinidad se nos muestra cómo el Dios, comunidad de amor, llama a una vida en unidad. Esto es lo que proclama san Pablo, con el deseo de que el Dios de amor y misericordia guíe a la paz y armonía de la comunidad. Es en este mundo roto por muchas divisiones cómo la confianza en la Trinidad nos lleva a unirnos y crecer en comunidad.