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Para leer el cuaderno

La situación actual de las personas migrantes y refugiadas es desafortunadamente difícil. Obligadas a abandonar sus países de origen debido a la violencia, la guerra o la falta de oportunidades, en el camino sufren discriminación, xenofobia, maltrato físico y explotación, especialmente las mujeres y los niños, en busca de una vida mejor. El fenómeno es mundial y, por lo tanto, las consecuencias y los riesgos que conlleva la movilidad humana se multiplican en distintos puntos del planeta. No obstante, en ese mismo mapa de dolor se tejen experiencias de fe y se producen escenas que acuerpan la esperanza, así como relatos que nos recuerdan que Dios Trinidad está en el centro de nuestra condición humana.

A pesar de las adversidades, estos hermanos y hermanas nos muestran su capacidad de resiliencia, pues continúan buscando la promesa de una vida digna y justa, mediante la voluntad de superar las dificultades, y con la confianza para encontrar una mano solidaria, tal vez en compañeras y compañeros de camino.

Nuestro primer artículo, a cargo de César Eduardo Rodríguez y Romero y Juliette Valeria Mas Caussel Pérez, abogados de la organización civil promigrante FM4 Paso Libre, nos introduce al concepto de refugio. Hace un concienzudo análisis sobre las características que definen la migración de las mujeres centroamericanas y el viraje en la migración hacia México, convertido ahora en un país de recepción de migrantes y no de tránsito.

En la tónica del refugio, la lectura nos lleva a conocer la situación de decenas de periodistas nicaragüenses que han tenido que exiliarse de su país por la violencia política perpetrada por el gobierno de Daniel Ortega y su esposa Rosario Murillo. Las experiencias de Lucía Pineda y Néstor Arce, relatadas por los periodistas Carlos Gutiérrez Bracho y Cristina Paloma Robles Muro, nos muestran que el refugio no es sólo una figura legal utilizada para recuperar la ciudadanía, sino también un acto de resistencia y una oportunidad para buscar consuelo en la fe.

Catalina González Cosío Diez de Sollano, académica del ITESO, nos presenta una perspectiva poco explorada en la migración: el autocuidado y la expresión de emociones en mujeres familiares de migrantes en Zapotlanejo, Jalisco. Su trabajo de investigación profundiza en este aspecto y proporciona una visión más amplia sobre la complejidad de la migración, a partir de la perspectiva de quienes se quedan en casa.

Foto: © Laflota, Depositphotos

Desde Monterrey, el padre Pedro de Velasco, S.J. nos recuerda que las personas migrantes son, ante todo, «hombres y mujeres amantes de la vida y constructores de libertad, que nos pueden convidar ambas cosas», y lanza algunas pautas respecto a cómo mirar y entender el fenómeno desde la fe cristiana.

Por último, el sacerdote Nerio Solís Chin, S.J. analiza la migración como vía para la espiritualidad del encuentro, encarnada en la vida de quienes migran, y cómo desde allí se tejen los vínculos y afectos que permiten el ejercicio de la hospitalidad como condición evangélica, que hermana a quienes piden refugio con quienes les reciben. En palabras del autor, «abre una posibilidad para comprendernos, como humanos y cristianos, de un modo menos individualista y más eclesial o comunitario».

Esperamos que este número contribuya a la reflexión, desde la recuperación de las historias de personas migrantes y refugiadas; que con los análisis que acompañan la lectura se refrende en ellos la palabra viva de Jesús Resucitado, que nos invita, capacita e impulsa a ser y hacer una verdadera comunidad universal. 

«El camino de la hospitalidad apuesta por la grandeza de la humanidad, grandeza venida de Dios que es amor y que ha colocado el amor como centro de la identidad humana más radical».

Nerio Solís Chin, S.J.

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