«Tu recuerdo, Señor, es mi alegría»
MARZO
Domingo 10
- 2 Crón 36, 14–16. 19–23
- Sal 136
- Ef 2, 4–10
- Jn 3, 14–21
§ El libro de Crónicas hace una síntesis de la historia de Israel durante el exilio, la cautividad en Babilonia y el regreso del pueblo a Jerusalén. El autor coloca como causa la infidelidad del pueblo y su necedad para escuchar a los profetas. El restablecimiento se da gracias al reinado de Ciro, rey de Persia, enviado a reconstruir el templo.
§ La carta a los Efesios nos dice que «somos hechura de Dios», que hemos sido salvados por la gracia mediante la fe. El don que Dios se nos ha regalado en Jesús y nos permite librarnos de la vida desordenada por los pecados. Él nos vivifica, nos devuelve la existencia para que, actuando en el mundo, manifestemos que somos creaturas que viven de acuerdo con el modo de Cristo.
§ El Evangelio de Juan nos recuerda que el amor de Dios ha sido tan grande para con nosotros, que ha dado a su Hijo para que, creyendo en Él, nos salvemos. Frente esta iniciativa el ser humano ha de responder con la fe, manifestando su deseo de llevar una vida en la luz.
Las lecturas de este domingo de cuaresma nos hablan de nuestra historia de la salvación. El Señor ha sido enviado para salvar y no para condenar, para vivir en la luz que se manifiesta en las obras. Ser hechura de Dios hoy significa hacer continuar las obras del amor del Padre y del Hijo que, desde la misericordia, no realizan juicios condenatorios, sino que buscan que el hombre tenga vida.