
Dos especialistas en estudios sobre la Iglesia católica contemporánea analizan el legado del papa Francisco y las probables direcciones que podría seguir el papado de León XIV.

Esperanza abre los ojos por dictado del deber. Agradece el nuevo día, ora, al tiempo de darse cuenta que su jornada de fatigas ha iniciado.

Al explorar los archivos de la hemeroteca en busca de la esencia que ha definido estas nueve décadas de trabajo editorial encontramos que los 32 mil 872 días de vida de nuestra revista representan, sobre todo, una propuesta intelectual nacida de la esperanza.

Son las seis de la mañana. El Himno Nacional, cantado en otomí por un grupo de niñas de la comunidad de Micuá, desbarata el silencio de la madrugada.

En esta nueva entrega tuvimos la oportunidad de platicar con el padre José Sánchez, quién nos habla del sínodo de la sinodalidad, del legado de Francisco y del horizonte que se nos abre con León XIV. Una estimulante conversación para renovar nuestro compromiso con esta iglesia sinodal para caminar juntos.

El Papa Francisco nos dejó hace unos días, después de 12 intensos años de pontificado. Sin duda, Francisco fue el papa de mi juventud. Aquel que con su modo de anunciar el Evangelio me hizo preguntarme sobre cómo vivo y entiendo mi fe.

En este episodio de Ve y diles, celebramos la semana santa y pascua con el tema cine y resurrección. El sacerdote Luis García Orso nos comparte una selección de filmes para estas fechas.

Hay que recibir la vida como viene – nos dijo el Cardenal Bergoglio en 2008. Pero comparto el contexto para que se entienda mejor.

La Santa Sede publicó recientemente el documento «Antiqua et nova», lo antiguo y lo nuevo, sobre la Inteligencia Artificial. Empieza aclarando que la Inteligencia Artificial es un instrumento, realiza tareas, pero no piensa. Es una «máquina» que permanece confinada a la esfera lógico-matemática. No tiene capacidad intuitiva ni creativa.

Entre habitar la angosta brecha de un agobiante cambio radical o construir el andamiaje de una certeza que trasciende, el pontífice argentino ha optado por lo segundo y ha capitaneado la reconstrucción de esa barca que debe seguir a flote ante las tormentas que le sorprendan.