Ésta es una cuestión que interesó mucho a los primeros cristianos. Hay algunos escritos de la Antigüedad enfocados específicamente en eso.
El loco de Dios en el fin del mundo, libro escrito entre 2023 y 2024 por Javier Cercas, retrata el viaje de Francisco a Mongolia en septiembre de 2023. Este relato puede ser definido de muchas maneras.
Dios nos escucha. Y cuando le pedimos en nuestras oraciones, un pastor según su corazón, nos mandó, por doce años, a un buen pastor que no se cansó de recordarnos que el nombre de Dios es Misericordia.
«Nuestro Dios es un Dios de compasión, y la compasión -podemos decir- es la debilidad de Dios, pero también su fuerza … el lenguaje de Dios es la compasión».
En la siguiente fábula el autor ha procurado seguir el consejo de san Ignacio de Loyola: ocupar el papel de alguno de los personajes para revivir con todos los sentidos la experiencia viva de cada pasaje.
¿Puede acaso alguno decir que habla en nombre de Dios? ¿O puede proclamar alguien haber sido elegido en nombre de la divinidad para actuar en su nombre?
Somos herederos de muchos siglos de divisiones y dualismos. Hemos separado el alma del cuerpo y la razón de los sentimientos.
El desgarramiento interno de san Agustín es más claro en sus Confesiones a partir de los tres últimos libros: «y ningún lugar por ninguna parte, y ningún lugar por ninguna parte. Nos alejamos y nos acercamos, y ningún lugar por ninguna parte».
En el Génesis, Satanás presenta a la mujer la tentación por excelencia: “Seréis como Dios”. Es una provocación que impulsa a la desobediencia, no importa aquí si se trata de comer o no de un fruto o de otra cosa, es el hecho de ofrecer el oponerse a Dios en aras de ser como Él.