«¿Acaso Dios no hará justicia a sus elegidos, si claman a él día y noche?»
«¿Acaso Dios no hará justicia a sus elegidos, si claman a él día y noche?»
«Levántate y vete; tu fe te ha salvado»
¿Y podrá usted perdonarme? Fue la pregunta que el sicario, que acababa de asesinar a Pedro, Javier y Joaquín, le hizo a Jesús Reyes, el tercer sacerdote jesuita que servía en la Iglesia de San Francisco Javier, en Cerocahui, municipio de Urique en la Sierra Tarahumara.
«Nos ha salvado y nos ha llamado con una vocación santa»