Junto a los problemas del desarrollo, a vicios arraigados en la estructura social y a inercias estructurales en los poderes del estado, en este siglo parece haber una mayor sensibilidad a temas que nos obligan a ver más allá de los límites nacionales y del bienestar humano.
Ignacio de Loyola invita a comenzar los Ejercicios Espirituales a través de meditaciones, repeticiones y resúmenes sobre los pecados.