El pueblo wixárika apela a la defensa de Wirikuta

Por Óliver Zazueta – Comunicación ITESO

Dicen los gobernadores wixaritari que Wirikuta no es algo que se pueda poseer, es una entidad efímera en la que cada uno toma el conocimiento por su cuenta, solamente haciendo el camino y el peregrinaje se obtiene la sabiduría, sin embargo, si este lugar es destruido, la sabiduría se perdería. 


Durante la celebración del foro «Wirikuta: 13 años en defensa del territorio sagrado», organizado por el Consejo Regional Wixárika y el Centro Universitario de Incidencia Social (Coincide) del ITESO, al que acudieron autoridades de las comunidades de este pueblo originario, se hizo un llamado a las instancias judiciales para que se cancelen las 78 concesiones mineras que amenazan a 70 por ciento de esta área natural protegida, compuesta por 140 mil hectáreas y que abarca los municipios de Real de Catorce, Charcas, Vanegas, Villa de Guadalupe y Villa de la Paz, en San Luis Potosí. 

Lo anterior, ante la coyuntura de que la sentencia del juicio de amparo del 18 de junio de 2011, que busca hacer valer los derechos de consulta, territorio e identidad cultural del pueblo wixárika en contra de las concesiones otorgadas a favor de empresas subsidiarias de la canadiense First Majestic Silver Corp y otras concesionarias, se encuentra próxima a resolución judicial. 

Hasta ahora, ha habido una serie de obstáculos procesales que impide avanzar en la resolución, por ejemplo, aún no se celebra la audiencia por la falta de 11 notificaciones a las autoridades responsables del acuerdo del 30 de octubre de 2023, por lo que es necesario que el Poder Judicial dé cauce a las mismas para poder entrar al estudio y elaboración de la sentencia de amparo. 

María Concepción Bautista, presidenta de Bienes Comunales de la comunidad de Tuapurie-Santa Catarina y Cuexcomatitlán, leyó el pronunciamiento en el cual se dejó en claro que no se busca la propiedad del territorio, pues este continuará siendo parte de los más de 20 ejidos y comunidades del desierto, sino que lo que se quiere es que no se destruya el territorio a través de la minería y preservar su planta sagrada, el jikuri o peyote. 

“Reiteramos que el territorio es y será de nuestros hermanos de los ejidos y comunidades del desierto de Wirikuta, únicamente buscamos respeto, protección y sobre todo no destruir lo que para nosotros es nuestra madre tierra, nuestra cuna, de dónde venimos los wixaritari, que es Wirikuta”, expresó Bautista. 

Formado en 2011, el Consejo Regional Wixárika es una organización integrada por autoridades tradicionales, agrarias, civiles y comuneros de distintas regiones que busca proteger, salvaguardar y defender los lugares sagrados de la cultura wixárika.  

En el foro, además de Bautista, participaron Pablo Carrillo, gobernador de Santa Catarina; Ignacio López de la Cruz, Jesús Rosalío de la Cruz y Misael de la Cruz de Haro, de la comunidad de San Sebastián Teponahuxtlán y Tuxpán de Bolaños, así como Santos de la Cruz Carrillo y Hermenegildo Carrillo, de la comunidad de Bancos de Calitique o Cohamiata (San Hipólito). 

«En Wirikuta se quedó el Venado Azul, que es el mismo que se convierte en peyote, en nuestro hermano mayor. Es la razón por la cual estoy aquí presente para exigir defenderlo y protegerlo», dijo Carrillo. 

El pueblo wixárika se encuentra ubicado en distintos puntos de la Sierra Madre Occidental en los estados de Jalisco, Durango y Nayarit; cuenta con una población de más de 44 mil habitantes, y Wirikuta es uno de los cinco sitios sagrados de esta cultura. Año con año peregrina a esta zona del altiplano potosino y del desierto chihuahuense en una ruta histórico-cultural que atraviesa 138.78 kilómetros a fin de entregar sus ofrendas y llevar a cabo sus ceremonias. 

“Nuestros ancestros lo caminaron, duraron meses de ir y venir, esa parte representan nuestros acontecimientos y puntos en donde nuestras deidades también caminaron hacia los cinco puntos cardinales”, explicó De la Cruz de Haro. 

En abril de 2008 se firmó el pacto Hauxa Manaka por Felipe Calderón Hinojosa, entonces presidente de México, y los gobernadores de Jalisco, Nayarit, Zacatecas, Durango y San Luis Potosí, con la intención de proteger los sitios sagrados. Sin embargo, a pesar de ello, se otorgaron las concesiones de explotación minera. 

El 9 agosto de 2023, Día de los Pueblos Indígenas, el presidente Andrés Manuel López Obrador emitió un decreto para proteger y salvaguardar estos lugares, no obstante, algunos de los ejidatarios se han mostrado contrarios al mismo y se ampararon para permitir la ejecución de las concesiones. Hasta que no se resuelva el fondo del asunto, las empresas mineras no pueden realizar actividades ni de exploración ni de explotación. 

«Se dice muy fácil 13 años, pero ha sido un proceso bastante arduo y crítico, en ese sentido el pueblo wixárika no ha bajado la guardia, sigue en pie de lucha. Desde un principio estábamos ideando y organizándonos para ver cuál era la estrategia para seguir, porque esta problemática que se vive nos cayó como agua del cielo. Los wiraritari llevamos a cabo las prácticas tradicionales y no esperábamos esto, es el camino que hicieron nuestros abuelos. Nunca esperamos este golpe tan fuerte, sabemos que lo entenderán los católicos, que tiene sus capillas, sus templos, que tienen que ir a rezar con su Dios, para nosotros nuestras deidades descansan y moran en Wirikuta», mencionó De la Cruz Carrillo. 

La industria minera afectaría a una de las tres ecorregiones desérticas más ricas del mundo, con cactáceas endémicas amenazadas a escala mundial. El área natural protegida de Wirikuta se encuentra en la lista indicativa mexicana de la Convención sobre la Protección del Patrimonio Mundial Cultural y Natural de la UNESCO. 


Imágen de portada: Comunicación ITESO

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