«Perdona, Señor, nuestros pecados»
FEBRERO
Domingo 11
- Lev 13, 1–2. 44–46
- Sal 31
- 1 Cor 10, 31–11, 1
- Mc 1, 40–45
§ El libro Levítico nos muestra el contexto de las prescripciones en torno a la lepra, entre éstas estaban el apartar al enfermo de la comunidad, por pureza, entendida ésta como el cuidado por el contagio de la comunidad. Bajo esta misma mirada, en el libro de Corintios la comunidad invita a hacer todo para gloria de Dios, colocando la salvación de los demás como centro de la misión del discípulo.
§ El Evangelio de Marcos nos cuenta la historia del leproso, aquel hombre a quien, de acuerdo con las prescripciones judías, no le estaba permitido acercarse a la comunidad viviendo en las periferias. La actitud de Jesús frente a la vida del hombre es de misericordia y de escucha de la petición de sanación. Sanar a esa persona consistió en tender la mano y tocar al intocable. Estas acciones restablecen la vida.
§ El hecho de la curación invita a imitar el modo en que Jesús salva a este hombre, pues se conmueve, se acerca y lo toca. ¿Cuántos hombres y mujeres requieren hoy que les llevemos la «sanación»?
Pidamos al Dios que nos sana que nos volquemos a tocar a quienes viven en las periferias existenciales, los excluidos y abandonados, y que, a ejemplo de Jesús, nuestro contacto les devuelva una vida digna.
