No hace falta un esfuerzo sobrenatural para reconocer que la Iglesia está en crisis vocacional hoy en día.
Entre aquellos que quedaron molestos con la inauguración de los Juegos Olímpicos de verano, está un buen número de cristianos, sobre todo católicos conservadores. Les reprochan a los organizadores la escena donde se ve a una serie de drag Queens interpretar algo que parece la última cena de Jesucristo.
La exhortación apostólica Evangelii Gaudium es un documento fiel a lo que los propiciadores del Concilio Vaticano II apostaron: un horizonte eclesial liberador. En esta exhortación excelsa Francisco insiste en la necesidad de volver a las raíces del Evangelio.
Estaba yo por sentarme a escribir tranquilamente sobre algunas deidades femeninas en otras culturas —como lo había prometido en la columna anterior-— pero tuve que detenerme en seco, porque el papa Francisco señaló en la conferencia «Hombre–Mujer Imagen de Dios.
En esta última entrega recupero los razgos esenciales que permiten asumir los dinamismos de la participación eclesial, en forma de red y a modo de procesos eclesiales que miran a largo plazo. Las cuales, necesitan continuidad en el acompañamiento, así como de una estructura flexible pero consistente, y con liderazgos capaces de adaptación y de lectura de los signos de los tiempos.
Somos el resultado de nuestra historia, de referentes culturales, procesos formativos, experiencias simbólicas (de fenómenos religiosos) y del espacio geográfico donde hemos vivido, con sus circunstancias y acentos, y, sobre todo, somos resultado de nuestras decisiones con respecto a la relación con otros seres humanos y nuestro entorno.
Durante los últimos años, quizás por varias décadas ya, se ha estado hablando sobre desarrollo como proceso deseable, unívoco, y como fin de todo esfuerzo estatal para entrar en la dinámica global de articulación al sistema mundo que rige los esquemas estructurales–societales en nuestros días.
¿Cómo soñar y construir una Iglesia «para el mañana»? Una que pueda ser trabajada con esperanza, de cara al futuro, superando, de una vez por todas, las discusiones estériles que nos anclan a imaginarios excluyentes en los que la vida no ocupa el centro, sino el dogma y la estructura.
No es novedad que las embestidas están a la orden del día. Lo que sí sorprende es su intensidad, su fuerza destructora, su liviandad.
Comenzamos un nuevo año con una gran invitación del Papa Francisco a, «no tenerle miedo a la diversidad de carismas en la Iglesia». Al contrario, «hay que alegrarse de vivir esta diversidad».
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CHRISTUS REVISTA DE TEOLOGÍA, CIENCIAS HUMANAS Y PASTORAL No. 847 Año LXXXI, octubre-diciembre de 2024, es una publicación electrónica trimestral editada por la Provincia Mexicana de la Compañía de Jesús, A.R., Av. Río Churubusco núm. 434, Colonia del Carmen, Coyoacán, Ciudad de México, C.P. 04100, teléfono: 55 5533 5835. Editor responsable: Pedro Antonio Reyes Linares. Reserva de Derechos al Uso Exclusivo 04-2023-011210031400-203, otorgada por el Instituto Nacional del Derecho de Autor. Responsable de la última actualización de este número, Pedro Antonio Reyes Linares, 1 de octubre de 2024. Fecha de publicación: 1 de octubre de 2024.
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