
En febrero de 2020, sin saber las dimensiones de la tormenta que se venía sobre nosotros, y sin aún medir las consecuencias que tendría la pandemia, estábamos preparando el camino para la primera Asamblea Eclesial de América Latina y el Caribe.

Un antecedente importante para el Sínodo de la Sinodalidad, inaugurado en 2021, fue sin duda, el Sínodo de la Amazonía de 2019, ya que fue un proceso de gran participación, muy amplio, que involucró a grupos de base, obispos, pastorales eclesiales y sociales y a otras organizaciones de este territorio.