En este mes de junio el papa Francisco nos invita a orar por los que huyen de su país: «Oremos para que los migrantes que huyen de las guerras o del hambre, obligados a viajes llenos de peligro y violencia, encuentren aceptación y nuevas oportunidades de vida en sus países de acogida». A la luz de esta intención y del magisterio del Papa, recomiendo estas películas para comentar y analizar en nuestras comunidades.
La jaula de oro de Diego Quemada-Díez (México, 2012, 110 min.)
Esta película cuenta la historia de tres adolescentes guatemaltecos -Sara, Juan y Samuel- y uno chiapaneco tzotzil -Chauk- en su recorrido por México hacia los Estados Unidos. En este viaje seremos testigos de situaciones dramáticas que viven muchos migrantes en su travesía: abusos de policías y militares, secuestros del crimen organizado y silencio de las autoridades; pero también de signos de bondad, solidaridad, unión y amistad que se van dando en los migrantes y gente que se acerca a ellos. Reflexionemos y comentemos estas palabras del papa Francisco sobre la migración: “¿Cómo no recordar a tantos jóvenes afectados por las migraciones? Los fenómenos migratorios ‘no representan una emergencia transitoria, sino que son estructurales. […] La preocupación de la Iglesia atañe en particuar a aquellos que huyen de la guerra, de la violencia, de la persecución política o religiosa, de los desastres naturales -debidos entre otras cosas a los cambios climáticos- y de la pobreza extrema: muchos de ellos son jóvenes’” (Christus vivit n. 91). Oremos con el Papa por los migrantes que huyen de sus países por el hambre o la violencia.
Minari. Historia de mi familia de Lee Isacc Chung (EUA, 2020, 115 min.)
Esta película nos cuenta la historia de una familia coreano-estadounidense que se muda a una pequeña granja de Arkansas en busca de mejores oportunidades de vida y un nuevo comienzo. La película, ganadora del Gran Premio del Jurado y el Premio de la Audiencia en el festival de Sundance, se desarrolla en la década de los ochenta y tiene un tono autobiográfico. Dejémonos tocar por esta conmovedora y tierna historia familiar y comentemos en grupo lo que nos dice el papa Francisco sobre las “ofrendas recíprocas”: “cuando se acoge de corazón a la persona diferente, se le permite seguir siendo ella misma, al tiempo que se le da la posibilidad de un nuevo desarrollo. Las culturas diversas, que han gestado su riqueza a lo largo de siglos, deben ser preservadas para no empobrecer este mundo. […] Se necesita un diálogo paciente y confiado, para que las personas, las familias y las comunidades puedan transmitir los valores de su propia cultura y acoger lo que hay de bueno en la experiencia de los demás” (Fratelli tutti n. 134). Oremos con el Papa por las familias migrantes para que encuentren aceptación y acogida en los lugares a los que lleguen.
Tierra de sueños de Jim Sheridan (EUA-Irlanda-Gran Bretaña, 2003, 105 min.)
Jim Sheridan nos cuenta la historia de una familia de inmigrantes irlandeses que viajan a los Estados Unidos en busca de mejores oportunidades de vida. Guiados por Cristy (la hija menor, aficionada al video), participamos de este viaje. Desde el comienzo, en la línea fronteriza, percibimos el dolor que embarga a esta familia: el padre, sin trabajo y casi sin dinero; la madre, con depresión; Cristy, ausente y sin pronunciar palabra; Ariel, simpática niña de unos cinco años, apenas y se da cuenta de la situación. Reflexionemos y comentemos estas palabras del papa Francisco: “La llegada de personas diferentes, que proceden de un contexto vital y cultural distinto, se convierte en un don, porque ‘las historias de los inmigrantes también son historias de encuentro entre personas y entre culturas: para las comunidades y las sociedades a las que llegan son una oportunidad de enriquecimiento y de desarrollo humano integral de todos’” (Fratelli tutti n. 13). Oremos con el Papa por las familias migrantes para que encuentren nuevas oportunidades de vida en sus países de acogida.
Ya no estoy aquí de Fernando Frías de la Parra (México, 2019, 112 min.)
Ulises es un chico de 17 años de Monterrey, N.L que por la violencia desatada por el narcotráfico tiene que salir huyendo de su barrio y cruza ilegalmente a los Estados Unidos. Ya no estoy aquí es una película que tiene que ver con la migración, la soledad, la familia, la música, el baile y la sobrevivencia en los barrios marginales de Monterrey y de Nueva York. Reflexionemos en esto que dice el papa Francisco sobre los jóvenes migrantes y lo que se espera de nosotros como Iglesia: “Los jóvenes que emigran tienen que separarse de su propio contexto de origen y con frecuencia viven un desarraigo cultural y religioso. […] La Iglesia tiene un papel importante como referencia para los jóvenes de estas familias rotas. […] Las iniciativas de acogida que hacen referencia a la Iglesia tienen un rol importante desde este punto de vista, y pueden revitalizar a las comunidades capaces de realizarlas” (Christus vivit n. 93). Oremos con el Papa por los jóvenes migrantes para que encuentren aceptación y nuevas oportunidades de vida en sus países de acogida.