
El Dios bondadoso que se ha revelado en su muy amada Creación tocó el corazón de Francisco de Asís, inspirándolo para exclamar: «Alabado seas, mi Señor».

Celebrar a san Ignacio de Loyola es recordar que su vida fue dedicada completamente a compartir la Buena Noticia de Jesús.

Dios nos escucha. Y cuando le pedimos en nuestras oraciones, un pastor según su corazón, nos mandó, por doce años, a un buen pastor que no se cansó de recordarnos que el nombre de Dios es Misericordia.

JUEVES SANTO
Otra mesa llena de comida, llena de risas, con rostros conocidos, y todos, absolutamente todos, reunidos contigo, porque te queremos.

Llevo doce años escuchando y mirando tu forma de dirigir la Barca de Pedro, y te quiero decir por qué me has incomodado.

Me siento muy emocionado y agradecido al reconocer por qué la segunda preferencia apostólica de la Compañía de Jesús es «caminar con los jóvenes en la creación de un futuro esperanzador»

La Semana Santa es uno de los momentos más bellos de la Iglesia, pues recordamos cómo la vida de Jesús y sus acciones para con toda persona, cambian los corazones de cualquiera que se deja mirar por el Amigo y Maestro.

Cuando me informaron que la etapa de magisterio, en mi formación como jesuita, la realizaría en el equipo de Vocaciones Jesuitas México, la incertidumbre paralizó mi corazón al cuestionarme: ¿Por qué me mandan a trabajar con jóvenes si no tengo experiencia en este tipo de actividades?

Me encanta tomar café. El hábito empezó cuando estudiaba Arquitectura y, obviamente, bebía café para mantenerme despierto durante las noches de deberes. No es sólo para mantenerme despierto. Cuando alguien me dice «Vamos a tomar un café» entiendo que es el momento de escuchar y compartir nuestra vida: las alegrías y las penas que todos vivimos.

Cuando Jorge Mario Bergoglio salió al balcón de la Plaza de San Pedro y se presentó como Francisco, el nuevo obispo de Roma, venido de “los fines del mundo”, los gestos del primer papa jesuita capturaron las miradas por su sencillez y espontaneidad que rompen con esquemas, pero que demuestran una forma de cómo quiere que seamos Iglesia: caminando juntos.