Evangelio del domingo 25 de febrero

«Siempre confiaré en el Señor»

FEBRERO

Domingo 25

  • Gén 22, 1–2. 9–13. 15–18
  • Sal 115
  • Rom 8, 31–34
  • Mc 9, 2–10

§ En el Génesis se nos revela la historia de fidelidad de Abraham, quien no duda en entregar en ofrenda a su único hijo Isaac. Dios no permite que la mano de Abraham dañe el tesoro más amado de un padre. Ésta es una historia de confianza completa en el actuar de Dios, quien sigue apostando por la vida del ser humano.

§ La Carta a los Romanos afirma que es Dios quien justifica a la comunidad humana, y eso lo certificamos porque Él entregó a su propio hijo para nuestra salvación. Para la comunidad de romanos Jesús tampoco nos condena, sino que intercede por nosotros ante el Padre.

§ El Evangelio de Marcos nos narra la transfiguración de Jesús a los apóstoles. Esta experiencia les permitió reconocer en su Maestro al Hijo de Dios. En Jesús se lleva a cumplimiento la ley representada por Moisés, y los profetas representados por Elías. Esta Teofanía causa temor a quienes la presencian. La voz de la nube no sólo le revela la identidad de Jesús a los apóstoles, sino también nos invita a escucharle.

«Señor, que no seamos sordos a tu voz, sino prestos y diligentes para cumplir tu voluntad», reza la petición ignaciana de los Ejercicios Espirituales. Reconozcamos en Jesús la voz que nos guía, no para quedarnos en la comodidad de nuestras chozas personales, sino que junto a Él bajemos al encuentro de nuestros hermanos.

Ilustración: ©Tzitzi Santillán
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