Xaviera es nicaragüense. Es madre de dos niñas pequeñas, Aisha y Sophie. Y desde hace años es parte de la comunidad de exiliados que tuvieron que salir de Nicaragua, huyendo de la dictadura encabezada por Daniel Ortega y Rosario Murillo.
Se ha escrito que en Chile se conmemoran más las derrotas que las victorias, como si los sufrimientos colectivos hubiesen templado más el espíritu nacional que los festejos triunfales. No es de extrañar entonces que una vez más la mirada se vuelva hacia el 11 de septiembre de 1973 cuando han transcurrido 50 largos años cargados de novedades.
El golpe de Estado significó un quiebre institucional y político que ha marcado hasta el día de hoy nuestra convivencia.