Entre la primavera del Concilio Vaticano II y el pontificado del papa Francisco, hubo para el diálogo interreligioso, según nos dice el teólogo español Victorino Pérez Prieto, un gélido invierno en la iglesia.
Me parece fascinante la condición humana. El cuerpo que tanto atendemos y el mundo interno que cada uno lleva como va pudiendo… tan rico, tan complejo, tan conflictivo, con tantos recovecos por explorar y tan abandonado.