Creer en un Dios crucificado es ciertamente una especie de locura. Pareciera que se cree
JUEVES SANTO
Otra mesa llena de comida, llena de risas, con rostros conocidos, y todos, absolutamente todos, reunidos contigo, porque te queremos.
Hace dos meses más o menos decidí que para mayo escribiría sobre María, pensé que era cosa de sentarme y escribir. ¡Ingenua de mí! Me molestan y estorban mucho los términos de «virgen» y «madre», y no porque ella no lo sea, sino por lo estereotipado que tenemos esos conceptos en nuestro imaginario.