Lejos de ser la más excelsa de las formas de la caridad, como defendía Pablo VI, la política en nuestro entorno es, en no pocas ocasiones, una batalla de intereses en la que se mezclan empresas aparentemente legales, instituciones políticas y organizaciones criminales, sin que siempre sea posible distinguirlas.
Con profundo amor a la Iglesia, les escribimos desde los pueblos de América Latina y el Caribe, mujeres y hombres laicos que, con esperanza vivimos nuestra fe encarnada en la vida cotidiana. Nos dirigimos a ustedes, responsables del discernimiento sobre quién será el próximo obispo de Roma, para expresar nuestro agradecimiento, nuestros anhelos y nuestra oración.