El Retablo de la Virgen de Guadalupe, El Relicario de San José, la Santa Casa de Loreto hasta llegar al Camarín de la Virgen. Todo dentro del Templo de San Francisco Javier en el Antiguo Noviciado de la Compañía de Jesús en Tepotzotlán en el Estado de México.
La evangelización de la población nativa fue una parte integral de las incursiones españolas en el continente americano. Poco después de la caída de Tenochtitlan en 1521, llegaron los famosos doce frailes franciscanos en 1524, seguidos por doce dominicos en 1526 y siete agustinos en 1533.
Los primeros quince jesuitas llegaron de España a la Ciudad de México, el 28 de septiembre de 1572, con Pedro Sánchez como Provincial.
La Compañía de Jesús, apenas nacida en la Iglesia en 1540, ofreció a la Nueva España un gran aporte en la educación y formación humanística de la juventud.
Los otomíes fueron los pobladores más antiguos de esta región, anteriores a la cultura teotihuacana. Tepotzotlán surge como señorío en 1460, sujeto a gobernantes tepanecas. La región se sometió a los españoles a principio del año 1521. Ya en 1580 los jesuitas establecen una residencia.